El planeta Urano es el principal protagonista, de allí que se trate de un periodo con acontecimientos de implicaciones globales que se reflejan en el orbe individual. Días ideales para desembarazarse de las energías negativas y para sacar lo que no tiene sentido de nuestra vida, al igual que para declinar a lo que pueda ser fuente de enfermedad o de dolor. Es el momento perfecto para tomar conciencia del valor de sustraerse a lo que no es nuestro, pero también a aquello nos hace daño, nos lastima o nos mantiene atados al pasado o al futuro.