Santa Paola vivió una vida muy difícil. Obligada a contraer matrimonio tuvo 4 hijos. Todos fallecieron, enviudó y quedó sola, pero la contemplación de Nuestra Señora de los Dolores, sabiendo que Jesús en la Cruz le entregaba más hijos a su cuidado, la consoló, pues se dio cuenta que a ella también, y es así como abrió institutos y casas de acogida para personas pobres y olvidadas. Volcó su amor en ellos y recibió la consolación de la verdadera entrega, del verdadero amor. Murió en Italia un día de Nochevieja en 1865.