El permafrost es esta capa de tierra congelada que constituye el 25% de la superficie terrestre del hemisferio norte. Formado durante la última glaciación, ha aprisionado por congelación una gran cantidad de elementos: materia orgánica, gases, bacterias, virus... La historia podría terminar ahí. Pero ahora, en los últimos treinta años, el calentamiento global ha multiplicado por 7 la tasa de descongelación del permafrost.
Aquí se despierta y, al hacerlo, libera gases de efecto invernadero que aceleran su propia descongelación, pero también bacterias y virus. Incluso podría albergar innumerables focos infecciosos. ¿Cuáles son las predicciones de los científicos? ¿Ya es demasiado tarde?