Una experiencia que no deseamos, que no forma parte de los planes de nadie, algo que no esperamos, que no queremos, pero es una realidad cada vez más frecuente, incluso dentro de nuestra comunidad. Algo de lo que no hablamos por miedo o por ignorancia, porque no sabemos que decir en esos momentos, o porque pensamos que si la notica no se esparce entonces el impacto es menor. Pero termina pasado todo lo contrario, porque tarde o temprano, se genera una especie de teléfono descompuesto que transmite mala información agrandando los problema. Al final desaprovechamos lo que en realidad es una gran oportunidad de reflexionar, cuestionar y analizar como estamos invirtiendo nuestras energías, cuales son los resultados que estamos logrando y que cambios podemos implementar para mejorar nuestro esfuerzos.   La información que están a punto de recibir, la compartimos públicamente con la intención de prevenir, acompañar y encontrar alternativas para las familias que viven estas experiencias y que por lo general se sienten solas. ¡Gracias a todos por apoyar la iniciativa!