En este día rezamos por todas las vocaciones sacerdotales y religiosas, para que no exista bloqueo alguno que impida que los jóvenes escuchen el llamado del Señor a consagrar su vida por el Reino.
También pedimos por las vocaciones al matrimonio de hombres y mujeres de Dios, que críen a sus hijos con los valores y las promesas del Evangelio.