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El mundo de la seguridad vial está gestionado por un ente difuso y de extraña naturaleza legal, la DGT o Dirección General de Tráfico, que funciona casi como un ministerio con su organización propia incrustado dentro del ministerio del interior.
Como venimos repitiendo desde hace años, su forma de actuar, que genera un consenso sorprendentemente estable en un mundo donde nos tiramos los trastos constantemente por temas mucho menores, transmite la sensación de que su forma de sancionar y actuar está diseñada para maximizar la recaudación a través del cobro de tasas, pero sobre todo de multas.
Un estudio publicado por el diario el Confidencial muestra a las claras cómo el estado está transfiriendo ingentes cantidades de dinero de la DGT a otros departamentos del estado, sin que el dinero recaudado se utilice en ningún caso para mejorar la seguridad vial en ninguno de los aspectos imaginables: Mejora de las vías, mejoras de los recursos humanos, mejora de la atención a las víctimas, innovación tecnológica y/o programas de educación y sensibilización vial, más allá de agresivas y morbosas campañas de publicidad.
En este podcast os cuento y analizo las claves del trabajo del diario El Confidencial sobre este asunto, que puedes leer igualmente aquí: https://www.elconfidencial.com/motor/2020-09-09/cuentas-dgt-agujero-negro-administracion_2740308/