Esta semana el Team Ineos anunció que iba a correr GP Denain con frenos de disco, dejando de lado la zapata que tanto ha paseado estos años por medio mundo.
El cambio lanzaba un mensaje muy nítido: una escuadra que cuida hasta el mínimo detalle cambia disco por zapata, en vísperas de la París-Roubaix además.
Esto no es más que la fotografía de un cambio que es irresistible
El disco, mejorado en todos sus aspectos, desde refrigeración a velocidad de cambio de rueda, va a llenar el hueco que deja el freno de zapata de toda la vida.
Charlamos con nuestro compañero en El Cuaderno de JoanSeguidor, Toni Marin, y nuestro especialista en tienda, Dani Luque, sobre un cambio que va en una sola dirección.
Habrá quien se apegue a la zapata, pero deberá saber que su bicicleta perderá valor con el tiempo y que encontrar recambios de calidad cada vez será más complicado.
Cada uno tendrá sus gustos, habrá crecido con la zapata, pero luego el mercado viene por detrás y la hegemonía del disco va a dejar sin opción a esos nostálgicos.
El pelotón World Tour, que influye mucho en las decisiones de compra de mercados como el español, ha sucumbido a la imposición del disco, y ahora va el mercado entero.
Nos gustará más o menos, pero la zapata quedará residual, sin más recorrido que una minoría que apueste por ella en un mercado sin variedad y posiblemente sin las calidades de antaño, por que la inversión y las mejoras se las llevará el amigo disco.