Lo que callan los árboles: ¡Nuestros Guardianes!

Por Maya Benmergui

En este cuento novelado, la autora nos invita a volver a la naturaleza y a sembrar árboles para combatir el cambio climático. En sus palabras, los niños no saben plantar árboles, pero sí están al tanto del último modelo de celular inteligente. "Lo que callan los árboles" es una llamada urgente a tomar conciencia y a actuar en favor de los árboles, nuestros aliados silenciosos que nos dan oxígeno, sombra, frutos y belleza. Al educar a las nuevas generaciones sobre la importancia de la plantación y el cuidado de los árboles, este libro se convierte en una herramienta poderosa para fomentar la conciencia ambiental y la acción.

Este libro ha sido reconocido por La Embajada de Israel en España (2019-2020) y también por la Organización de Consumidores y Usuarios (2022-2023) como uno de los mejores libros "online" por su contribución a la educación ambiental y a la sensibilización social sobre los problemas ecológicos.

• Idioma: Español
• Editorial: Publishdrive
• Fecha de lanzamiento: 9 ene 2019

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Déjenme presentarme

¡Hola! Soy un árbol frondoso, de tallo leñoso y puedo llegar a tener un tamaño grande también. Mi nombre científico es Mangífera, pero se me conoce mejor como el árbol de mango o el melocotón de los trópicos. Soy oriundo de La India. Prefiero los climas cálidos ya que no me gusta el frío del invierno.

Mis raíces me fijan al suelo y crecen donde hay agua y minerales los cuales absorben. Suben por mi tronco recto hasta mis hojas las cuales se orientan hacia la luz del sol y gracias a la clorofila presente en ellas (pigmento que les da ese color verdoso) logro atrapar la luz solar. Gracias al sol y al anhídrido carbónico mi savia bruta (mezcla de agua y de sales minerales) se transforma en savia elaborada la cual es mi alimento.

Ahora bien, al igual que todas las plantas con clorofila yo absorbo el dióxido de carbono presente en la atmósfera y expulso el oxígeno a través de mis hojas. Mientras tanto ustedes los seres humanos inhalan el oxígeno que nosotros los árboles producimos y lo expulsan como anhídrido carbónico. En otras palabras, sin nosotros la vida en este planeta se acabaría en un instante.

Me adapto bien a casi todos los suelos siempre que exista suficiente espacio para plantarme. El C02 lo utilizo para formar mi tronco, mis ramas, mis hojas, y la fruta que daré.

Durante la noche yo consumo oxígeno y libero dióxido de carbono mas no hay necesidad de que se preocupen porque no les robamos el aire. ¿Por qué? Yo puede consumir unos 0,1 litros de oxígeno por hora, comparado con los 50 litros por hora que necesitan ustedes los seres humanos: 500 veces más. Si dormir con una planta fuera peligroso, dormir con la pareja, hermano o cualquier compañero de habitación sería letal.

Mis flores son pequeñas de un color rosado amarillo y crecen en forma piramidal en los extremos de mis ramas. Ellas producen un rico néctar que atrae a los insectos y son polinizadas por ellos. Menos del 1% de estas madurarán para formar mi fruta, o sea un mango.

La polinización es el paso del polen de la parte masculina de mi flor a su parte femenina. Así el polen entra en contacto con el óvulo femenino y lo fertiliza. Este deja el estambre en el cual