Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

El divorcio que nos une
El divorcio que nos une
El divorcio que nos une
Libro electrónico203 páginas

El divorcio que nos une

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Un libro que es un conjuro contra una palabra que, inevitablemente, tiene un fondo de amargura: divorcio. Con un tono fresco, desenfadado y cercano, las autoras nos muestran que el odio, el dolor, el miedo y todas las emociones encontradas e hirientes de las separaciones pueden ser encauzadas a través de comprensiones y perspectivas que las hacen más fáciles y llevaderas, y, a su vez, nos abren caminos para orientar las rupturas en la dirección del amor, del bienestar y del crecimiento.
IdiomaEspañol
EditorialPlataforma
Fecha de lanzamiento30 ago 2023
ISBN9788419655530
El divorcio que nos une

Lee más de Eva Bach

Relacionado con El divorcio que nos une

Relaciones para usted

Ver más

Categorías relacionadas

Comentarios para El divorcio que nos une

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    El divorcio que nos une - Eva Bach

    Una apuesta por la esperanza

    Queridísma Ceci:

    Este libro comenzó con un SMS tuyo (menuda antigualla). Ahora seguramente habría sido un wasap, pero qué más da, porque por ambos medios es imposible abordar un tema con tanta miga y por eso decidimos hacerlo a través de nuestras queridas cartas.

    Me consta que te sigue preocupando lo mismo que entonces: seguir viendo, casi a diario, a tantas parejas que se destrozan la vida y a tantos niños/as y adolescentes que, sin tener ninguna culpa, pagan los platos rotos de la separación de sus progenitores y manifiestan diversas problemáticas.

    Me imagino que el día a día de la consulta puede llegar a ser bastante cansado y algo frustrante cuando se repite una vez tras otra la misma canción. Siempre os he admirado: terapeutas, psicoterapeutas, psiquiatras, trabajadores sociales y profesionales de la ayuda en general, que, a pesar de veros continuamente las caras con toda clase de problemas y dificultades, seguís conservando el optimismo y tendiendo manos a quienes se hallan en situaciones a veces desesperadas.

    Para mí, como pedagoga y educadora, acaso resulte un poco más sencillo. La educación es el lugar natural de la esperanza, o al menos tendría que serlo, y en mis charlas y cursos puedo aliarme más fácilmente con ella puesto que no presencio tan directamente los dramas y enfrentamientos familiares. Mi tarea consiste en dejar caer pequeñas semillas que con el tiempo hagan florecer nuevas posibilidades y, quizá por esto, a menudo pienso que llegará un momento, en las rupturas de pareja, en el que la elegancia y la bondad de corazón dejarán de ser territorio reservado a unas pocas personas.

    Confío plenamente en que serán cada vez más las exparejas que podrán entrar a formar parte del club de las «bien separadas». ¿Crees que las personas seguirían dándose golpes contra una pared si pudieran ver claramente que hay una puerta? ¿Y que seguirían haciéndose y haciendo tanto daño si se dieran cuenta de que hay otras salidas más dignas y reconfortantes? Quiero pensar que otra forma de entender y afrontar las separaciones es posible y me gustaría que fuéramos capaces de aportar algunas pistas para facilitarlo.

    Lo hemos hablado muchas veces, hace falta una cultura distinta del divorcio, otra manera más saludable de vivir e interpretar las rupturas de pareja.

    Mi apuesta, y sé que la tuya también, es una apuesta clara por la esperanza.

    «Bien separadas» de verdad, conozco a cuatro

    Mi querida Eva:

    Cuando en 2007 publicamos por primera vez este libro, conocía exactamente a cuatro personas que pudiéramos considerar «bien separadas» de verdad. Cuatro. Ni una más ni una menos. Y veía a muchas en mi trabajo a diario. La gran mayoría estaban sencillamente a años luz de lo que podemos denominar una buena separación. Ahora podría decirte que conozco a alguna más: vamos a dejarlo en ocho.

    Para separarse bien hacen falta humildad, valentía y gratitud, y esto en el momento de una separación muchas veces no se da. Lo más normal, cuando una pareja se separa, es que se culpen mutuamente, se desentiendan de su propia responsabilidad y, en lugar de agradecerse lo que han compartido y lo que se han dado hasta ese momento, se queden en el duelo y el reproche.

    Seguimos estando bastante verdes aún en cuanto a la manera de afrontar las separaciones. Hay muy pocas reacciones verdaderamente maduras y equilibradas. Hoy por hoy, siguen siendo muchas las personas que no ven esa puerta y que no hallan la salida por ninguna parte. Algunas incluso parece que no quieran dejar de darse coscorrones. Siguen siendo bastantes, también, las que no se preguntan en qué habrán fallado ni acuden en busca de ayuda profesional, y si lo hacen es para ratificarse en su postura y que les confirmen lo que quieren oír: que la culpa es de la expareja.

    Lo que te puedo asegurar es que toda separación es un duelo y no hay salida posible sin mirar de frente al dolor. Pero no todo el mundo tiene el coraje y el valor necesario para hacerlo y hay que respetarlo. Sin embargo, si al menos se es consciente de ello, ayuda a llevarlo

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1