Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Callé por amor
Callé por amor
Callé por amor
Libro electrónico150 páginas2 horas

Callé por amor

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Ambientada durante la primera Guerra mundial. Cuenta la historia de Rossalyn, una joven huérfana que se enamora del hijo del Duque Sutherland, este al enterarse que pronto contraerán nupcias comete la peor aberración que un padre es capaz de hacer para impedir que su hijo se case con ella.  El destino le pone en su camino a Kendrew Akir Glenn, un militar que se enamora perdidamente de Rossalyn, él también hará algo en su agravio que tendrá que callar para que Rossalyn no lo odie.  Callé por amor, es una novela que lo mantendrá en suspenso de principio a fin.

IdiomaEspañol
Editorialtutypineapple
Fecha de lanzamiento14 jul 2023
ISBN9798223570837
Callé por amor

Relacionado con Callé por amor

Libros electrónicos relacionados

Romance para jóvenes para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Callé por amor

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Callé por amor - tutypineapple

    CALLÉ POR AMOR

    POR RUTH ORTIZ PIÑA

    © Ruth Ortiz Piña, Julio 2020.  Código de verificación: 2207131578189 ID: 12691492

    © Todos los derechos reservados. No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La infracción de dichos derechos puede constituir un delito contra la propiedad intelectual.

    ÍNDICE

    ––––––––

    CALLÉ POR AMOR

    ÍNDICE

    INTRODUCCIÓN

    Callé por Amor

    AGRADECIMIENTOS

    SOBRE LA AUTORA

    DEDICATORIA

    INTRODUCCIÓN

    ––––––––

    Ambientada durante la primera Guerra mundial. Cuenta la historia de Rossalyn, una joven huérfana que se enamora del hijo del Duque Sutherland, este al enterarse que pronto contraerán matrimonio, comete la peor aberración que un padre es capaz de hacer para impedir que su hijo se case con ella.  El destino le pone en su camino a Kendrew Akir Glenn, un militar que se enamora perdidamente de Rossalyn, él también hará algo en su agravio que tendrá que callar para que Rossalyn no lo odie.  Callé por amor, es una novela que lo mantendrá en suspenso de principio a fin.

    Callé por Amor

    Londres, Inglaterra

    En la mansión del duque Arnold Sutherland, se celebraba el cumpleaños número 23 de Randolph su hijo mayor. No escatimó en gastos para ofrecer a sus invitados un gran banquete, pues se sentía orgulloso de que su primogénito al igual que él se uniera al ejército, todos sus antepasados fueron oficiales de alto rango y súbditos fieles al rey o reina en turno.

    Los invitados se turnaban para felicitar al muchacho. Aunque Randolph se encontraba físicamente en aquel salón, sus pensamientos estaban lejos de ahí porque era el novio de una hermosa jovencita de 18 años llamada Rossalyn. Él deseaba casarse con ella, aunque su padre no estuviera de acuerdo con esa relación. El duque quería para su hijo una muchacha de su misma clase social, de hecho, a veces le hacía sugerencias al respecto y terminaban discutiendo por ese motivo, no obstante, Randolph no daría marcha atrás, se casaría con Rossalyn aunque tuviera a todo el mundo en contra.

    La mujer del duque quería arruinarles la fiesta, por ese motivo invitó a Rossalyn, quería vengarse de su esposo, la duquesa sabía que su marido seguía viéndose con Leonora Spencer quien era la madre del joven, llevaban de amantes cerca de 25 años y le deseaba la muerte a su rival.

    Rossalyn se presentó con un vestido muy sencillo, aunque formal; a Randolph se le iluminaron los ojos, cuando la joven atravesó el marco de la puerta principal hacia el salón.

    —Con permiso —dijo Randolph haciendo una reverencia a su padre y a sus amigos.

    —¿Hacia dónde vas?

    —A disfrutar de la fiesta, deseo bailar con alguna de nuestras invitadas.

    —Pues ve muchacho, pero solo dos piezas y vuelves al grupo.

    Él asintió y se alejó de ahí, se acercó a Rossalyn por la espalda quien estaba distraída, dándole un beso fugaz y sorpresivo en la mejilla.

    —Rossalyn mi amor, ¡Qué sorpresa me has dado!

    —Te ves guapísimo con ese uniforme. 

    El joven portaba su uniforme de gala, le hacía ver más atractivo de lo que era—. Me apena tu cumplido.

    —Me llegó una invitación al hospital, gracias por enviarla, por eso me atreví a venir —Ella sacó la invitación que tenía en la bolsa de su abrigo. Randolph agachó la cabeza, un poco avergonzado—. Perdona, pero yo no fui quién te invitó.

    —Entonces, es mejor que me retire —dijo Rossalyn temerosa de meterse en problemas con el padre de su novio, pues sabía que no la soportaba, se dio la media vuelta y él la sujetó diciendo—: No te vayas mi amor, deseo estar cerca de ti, antes de que te viera pensaba en ir a buscarte, ahora que estás aquí deseo bailar contigo, tu presencia es el mejor regalo que puedo recibir por mi cumpleaños.

    Randolph la guio al centro del recinto, la tomó de la cintura y sus pies se movieron al compás de la música. Rossalyn se sentía como si estuviera en un hermoso sueño del cual no quería despertar, estaba en brazos de su amado, girando y girando en ese majestuoso salón, el duque quien reía por un chiste miró hacia donde bailaban los jóvenes, y se dio cuenta que Randolph estaba con aquella chica que tanto detestaba. «¡Estúpido muchacho!» —pensó el duque— me ha arruinado la tarde trayendo a esa...

    En esa misma hora, pero en Edimburgo.

    —Kendrew fui al centro de la ciudad y no sé si es mi imaginación, pero vi a toda la gente nerviosa. —le dijo Jeanette Glenn a su hijo.

    —Así es mamá, no quería alarmarte, pero me enteré qué se avecina una gran guerra. Tío Leopoldo me dijo que no te comentara nada, pero algo así es difícil de ocultar.

    —Será mejor que nos vayamos a América —sugirió Jeanette con evidente preocupación en el rostro, no quería perder a su único hijo.

    —Yo no puedo irme, ya me convocaron para encuartelarme. Hoy mismo saldré a Londres. El tío Leopoldo quiere que me reúna con él lo más pronto posible.

    —Valiente tío el que tienes, ¡no quiero que vayas!

    —Tú sabes que tengo que cumplir con la corona, es mi deber, además, por el momento sólo son reuniones para planear estrategias de combate.

    —Si me llegas a faltar moriría de tristeza. Tú eres el tesoro más valioso que poseo. Te acompañaré a Londres, tiene varios meses que no veo a Leopoldo.

    —Mamá ahora menos lo verás, de seguro ya está llegando a las reuniones con los mariscales, aparte por su investidura de duque de Albany ha de tener llena su agenda de compromisos.

    —Eso no lo ha detenido en el pasado para visitarme.

    —Pero no había rumores de guerra como ahora.

    Mientras, en la mansión Sutherland, todos criticaban a la novia del cumpleañero por la sencillez de su vestido, Rossalyn se sintió mal por las miradas inquisitivas y llenas de desprecio.

    —Es mejor que me vaya.

    —Espera, me iré contigo.

    —No, ¿cómo crees que te dejaré hacerlo? Esta fiesta es en tu honor.

    —Nada me importa más que tú, además, en una casa modesta hay una mujer que me espera con una sencilla pero deliciosa cena, te quiero presentar con ella.

    —¿Quién es?

    —Mi madre. Todos los años después del fastuoso banquete que organiza mi madrastra, voy a casa de mi mamá y celebro con ella, hoy iremos un poco más temprano. Vamos a escaparnos ahora mismo.

    Randolph guio a Rossalyn a la salida y abordaron un carruaje.

    —Llévame a la casa de mi madre —le indicó al cochero. Este golpeó a los caballos y partieron. Aunque la familia Sutherland también poseían coches de motor a Randolph le gustaba usar el carruaje porque podía atender a Rosalyn por completo.

    El duque salió presuroso para impedir que su hijo se fuera, pero fue en vano, regresó a la fiesta con el ceño fruncido, su esposa se acercó para burlarse de él—: Tú desviviéndote por organizar este banquete y él se va dejándote con todos tus invitados.

    —¡Esto no se quedará así! ¡Randolph me las pagará! —dijo el duque al mismo tiempo que apretaba con furia una copa que tenía en la mano, rompiéndola al instante.

    La duquesa sonrió victoriosa, logró que su esposo se enojara con su hijastro, de seguro se desquitaría de una manera violenta en contra del joven, sabía que era salvaje y solía castigar a su familia con mucha crueldad.

    La joven pareja llegó a la casa donde vivía Leonora, ella se alegró al escuchar el carruaje y salió para recibir a su hijo.

    —¡Randolph has venido! Pensé que tendría que cenar sola.

    Leonora vio que Randolph ayudó a bajar a Rossalyn del carruaje.

    —Mamá te presento a mi novia.

    —¿Tú eres Rossalyn? —preguntó Leonora sonriente.

    —Sí, mucho gusto en conocerla señora. —contestó haciendo una reverencia.

    —Randolph es verdad lo que me dijiste sobre ella, ¡Es muy hermosa! —Rossalyn se sonrojó, Leonora la abrazó y luego le besó en la mejilla—, desde hoy serás como una hija para mí.

    —Gracias por recibirme y aceptar mi relación con Randolph.

    —No tienes nada que agradecerme, la felicidad de mi hijo también es mía.

    Entraron a la casa y caminaron hacia el comedor, era acogedora, aunque en el exterior se veía algo rústica por su fachada de piedras, por dentro el mobiliario era elegante: retratos al óleo, adornos de cristal, jarrones de cerámica fina.

    —¿Tan rápido terminó el festejo que te organizó tú padre? —preguntó Leonora.

    —Todavía estaba empezando el baile cuando salimos de ahí.

    El semblante de Leonora cambió, sabía que su amante podría reaccionar de mala manera—, hijo no debiste hacer eso, ¡tu padre querrá desquitarse contigo!

    —Tenía que presentarte a la mujer que amo.

    —Espero que tu padre no venga a reclamar y a discutir conmigo.

    Rossalyn le platicó a Leonora que era huérfana, que al destacar en sus estudios le dieron la oportunidad de elegir una profesión u oficio, a lo que ella se inclinó por la enfermería, aun así, los patrocinadores cristianos del orfanato le dieron la oportunidad de cumplir su sueño.

    —Mamá, te quiero dar una noticia —Los jóvenes se tomaron de las manos, emocionados— Rossalyn y yo nos casaremos dentro de un mes.

    Leonora sonrió diciendo—:Yo los apoyaré, aunque tu padre se disguste conmigo. Rossalyn tenemos que comprarte el vestido de novia, aquí haremos el banquete de bodas.

    —Estaré recibiendo dinero del ejército así que puedo mantenerte. Ya es tiempo de independizarme de mi padre.

    A Rossalyn le brillaron los ojos por la alegría que sentía.

    —Quiero que vengan a vivir conmigo. Les propuso Leonora.

    —No queremos molestar, además, recuerda el dicho, el casado casa quiere, mejor alquilaré una casa. —se opuso Randolph.

    —Es mejor que ahorren, aquí no pagarán alquiler. —replicó Leonora.

    Los jóvenes se miraron ilusionados, sabían que con Leonora estarían bien

    — De acuerdo, lo pensaremos y luego te vamos a comunicar nuestra decisión.

    Después de pasar varias horas charlando, los enamorados se despidieron de Leonora y fueron camino al hospital. En el carruaje Randolph besó apasionadamente a Rossalyn, los dos se pusieron en una situación difícil, pues él le hizo caricias atrevidas.

    —Quisiera estar a solas contigo" le dijo Randolph entre besos.

    —Yo también, pero no es correcto lo que estamos haciendo. Tú sabes que debo mantener mi castidad hasta el día que nos casemos. Soy cristiana y no debemos caer en fornicación."

    —Tienes razón, perdóname por la propuesta, debo ser paciente, pronto nos casaremos y podré amarte con toda libertad" —dijo Randolph recobrando la cordura. Debía respetarla, precisamente por eso la amaba a ella, por ser virtuosa, piadosa y su carácter apacible, aunque sin duda era muy guapa.

    Randolph dejó a Rossalyn en el hospital y decidió regresar a la casa de su madre, no quería escuchar los reproches y quejas del duque, en

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1