El blog de Leandra y Bruno: Relato de un secuestro

Por Isaac Palmiola

Somos Leandra y Bruno, dos amigos que vamos a la misma escuela y vivimos en el mismo bloque de pisos. Y, sí… algunas veces las cosas no nos salen como nos gustaría, pero nuestras intenciones siempre son buenas.
Todo empezó por intentar salvar la vida de un perro. Necesitábamos dinero para poder operarlo y fingimos el secuestro de Leandra para conseguirlo. Mala idea, sí. Sobre todo, porque al final… No, no lo vamos a contar aquí, pero digamos que las cosas se complicaron más de la cuenta.
En fin, después de esta aventura, nos hemos hecho tan famosos que ahora somos escritores. ¡Han publicado este libro con los textos originales de nuestro blog!

Una divertidísima colección para aprender valores,
que fomenta la lectura y la escucha a través del podcasting.

• Idioma: Español
• Editorial: Oxford University Press España, S.A.
• Fecha de lanzamiento: 6 oct 2021
• ISBN: 9780190545062

Vista previa del libro

Nota de la editora

Los textos, los dibujos y las fotos que conforman este libro fueron publicados originalmente en el blog de Leandra y Bruno. La labor editorial ha consistido en convertirlos a este formato, y en corregir algunos errores ortográficos y de puntuación. Se han añadido también algunos de los comentarios más valorados por los seguidores que visitaron el popular blog durante los trece días en los que fue publicado.

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Todos hacemos cosas mal

Por ^^LeANDrA^^ y _BrUn0_

4 Comentarios

Todos hacemos cosas mal; cosas que no salen como nos gustaría. Es nuestro caso, el de Leandra y Bruno, dos amigos que vamos a la misma escuela y que vivimos en el mismo bloque de pisos. Muchos ya habréis oído nuestra historia en las noticias de la tele o en los periódicos, y pensaréis que montamos un follón de dimensiones cósmicas.

Vale, lo reconocemos, la liamos muy parda, y pedimos perdón por todo lo que hicimos mal. También prometemos no volver a hacer nada parecido en la vida. Y encima nos disculpamos ante nuestros queridos y honrados padres, arrodillados en el suelo y con el rostro bañado en lágrimas llenas de arrepentimiento.

Estamos castigados hasta nuevo aviso, dicen. El padre de Leandra asegura que lo estaremos hasta que las gallinas meen y el sol se ponga por el este (ya hemos verificado que las gallinas no mean y que el sol se pone por el oeste). La madre de Bruno es un poco más optimista. Asegura que levantará el castigo cuando esté más arrugada que una anciana de cien años y, como acaba de cumplir cuarenta y se embadurna a diario con una crema antiarrugas muy buena, pinta que eso no va a ocurrir en menos de setenta años.

Mientras tanto, tenemos que barrer y fregar la escalera de nuestro bloque de pisos, pasar el aspirador, lavar los platos de las tres comidas del día y hacer deberes a mansalva: una redacción diaria sin faltas de ortografía, un decálogo de buenas prácticas para grabar a fuego nuestros errores en la memoria y que no vuelvan a suceder, y un trabajo de investigación.

Nuestra idea es colar las entradas de este blog como redacción, pero, sobre todo, reclamar justicia para unos pobres chicos (nosotros dos) esclavizados injustamente por unos padres desalmados y crueles.

Esperamos que nuestro blog os guste y que nos ayudéis a levantar el castigo despiadado al que nuestros padres nos han condenado.

MEJORES COMENTARIOS

Manugol

¡Ánimos, chicos! ¡Seguro que vuestros padres os van a perdonar! ¡Seguid escribiendo!

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YOLI-jijijajá

Me muero de ganas de saber el motivo por el que enfadasteis tanto a vuestros padres...

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Mercedes65

Yo sí vi las noticias y os pasasteis diez pueblos, chavales. El castigo es blandito teniendo en cuenta lo que hicisteis.

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Aitormenta

Sabemos que vuestro fondo es bueno, pero tenéis más peligro que asomarse a un barranco en chanclas. ¡Contad, os seguimos!

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¡Empiezo yo!

Por _BrUn0_

0 Comentarios

Leandra y yo hemos acordado que contaremos todo lo que nos sucedió por turnos. ¡Empiezo yo!

Todo comenzó un día normal y corriente durante la última semana del mes de agosto. Ya habíamos regresado de nuestras vacaciones en la playa y los dos estábamos de vuelta en Barcelona. Nuestros padres nos permitían bajar a jugar a la plaza de enfrente con la condición de ir siempre juntos y de no alejarnos mucho para que pudieran vernos desde el balcón de casa (eso era antes del Gran Castigo Cruel, porque ahora no nos dejan salir y tenemos que pedir permiso hasta para mear).

El caso es que ese día había un nuevo vagabundo en la plaza pidiendo limosna. Tanto Leandra como yo hemos leído La increíble historia de… Un amigo excepcional, de David Walliams. Es un libro estupendo que cuenta la historia de una niña que cuela en su casa a un sintecho muy apestoso, pero con un gran corazón.