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Las Sectas y La Nueva Era
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Libro electrónico428 páginas7 horas

Las Sectas y La Nueva Era

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Las sectas y las disciplinas nueva era forman parte de la nueva demanda espiritual que se anda ofertando desde hace un tiempo en todo el mundo y que esta dirigida especialmente a aquellas personas que se han apartado de las grandes religiones, para buscar asi otras formas con las que expresar su religiosidad.
Las sectas en primer lugar atraen a la gente con cierto vacio religioso,intentando satisfacer variadas necesidades no solo de carácter espiritual sino también emocional, financiero, etc. Fundamentándose en nuevas y excéntricas doctrinas que aseguran la salvación, recompensas materiales o soluciones inmediatas en sus vidas. La Nueva Era por otro lado ofrece una gama de corrientes orientales, cosmicas, terapéuticas que buscan la experiencia religiosa personal sin intermediación de instituciones o sacramentos.
En este sentido los autores presentan este libro fruto de la experiencia y la investigación realizada por algunos años en esta temática de actualidad y que consideran como material pastoral, muy importante dentro de la Nueva Evangelización que se debe realizar en la Iglesia.

IdiomaEspañol
EditorialJesús Urones
Fecha de lanzamiento26 oct 2020
ISBN9781005198336
Las Sectas y La Nueva Era
Autor

Jesús Urones

Jesús Urones: Ingeniero Industrial de profesión. Con formación apologética por la Fraternidad Misionera Apóstoles de la Palabra. Diplomado en Teología Bíblica y con estudios de Ciencias Religiosas en la Universidad de Navarra. Experto en Sectas, Nueva Era y Biblia. Autor de los libros en Amazon “Fundamentos Bíblicos del Catolicismo Tomo I y II”. Es bloguero en el portal “Religión en Libertad” y dicta cursos diocesanos sobre estas materias.Yasmin Oré: Licenciada en Derecho. Fue miembro y misionera mormona reconvertida a la Iglesia en 2007. Recibió formación apologética con la Fraternidad Misionera Apóstoles de la Palabra. Experta en Sectas, Nueva Era y Moral católica. Autora del libro “Quiénes son realmente los mormones”. Actualmente estudia la Licenciatura en Ciencias Religiosas en la Universidad de Navarra, es bloguera en el portal “Religión en Libertad”, profesora de Religión y formadora en su diócesis.

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    Las Sectas y La Nueva Era - Jesús Urones

    PRÓLOGO

    No es extraño ya, que en las últimas décadas muchos de nosotros, hayamos percibido la aparición de nuevas formas de religiosidad que se ofrecen de manera alternativa para confundir y conquistar a tantas almas incautas o inmersas en verdaderas crisis de fe en la Iglesia que fundó Cristo, la católica. Esto último, muchas veces ocasionado por la ignorancia en las doctrinas básicas, la falta de formación espiritual o el indiferentismo religioso.

    Por un lado, están las llamadas sectas o nuevos movimientos religiosos que constituyen un gran desafío para la comunidad eclesial y una renovación de los métodos pastorales comúnmente utilizados hasta ahora. Las sectas, no solo presentan unos conceptos erróneos en sus doctrinas sino también unas características especiales que le hacen ser tan distintas de lo que conoceríamos como una religión o una iglesia. Por ello, es necesario, que el católico esté informado sobre este fenómeno religioso, no solo por conocerlo sino, también, para buscar respuestas o argumentos que aclaren sus desviadas enseñanzas.

    Pero, además, de estos grupos religiosos existe también una nueva espiritualidad muy en boga o puesta de moda en occidente, a la cual se le conoce con el nombre de New Age o Nueva Era. Un movimiento sociocultural que está compuesto por una mezcla de doctrinas esotéricas, gnósticas y orientales enfocadas en la superación y el esfuerzo personal; negando así la gracia divina, la estructura eclesial y sustituyendo al Dios cercano de todos los cristianos por un moderno panteísmo y una atractiva espiritualidad libre.

    En tal sentido, creemos que la publicación de esta obra es necesaria hoy más que nunca, para ayudar en la evangelización de los laicos, quienes diariamente se preocupan por buscar las herramientas adecuadas para hacer frente a esta actual problemática pastoral. Deseamos por ello, este libro sirva como guía en esta dura labor y que a su vez pueda responder a muchos de sus cuestionamientos planteados.

    PARTE I:

    LAS SECTAS

    CAPÍTULO I:

    ASPECTOS GENERALES

    1. El concepto de secta

    Muchas veces cometemos el error de llamar religión o iglesia a toda creencia existente hoy en día, aunque profundizando en ella, nos daremos cuenta que nos encontramos realmente frente a una secta. De la misma manera, solemos llamar secta a todo grupo que denote religiosidad o incluso un comportamiento sectario. Por ello, es importante conocer bien el significado de este término y no confundirlos con los estos otros. La definición de secta, es compleja y puede resultar ambigua la palabra. Esta palabra deriva etimológicamente del latin sectus, secta, sectum que significa cortado o separado. Por tanto, podríamos designar con esta expresión a todos los grupos que se han separado de una religión o una iglesia.

    Como la palabra secta es una palabra que suele tener una connotación negativa, se suelen usar otras palabras para referirse a ellas como: "nuevos movimientos religiosos, grupos religiosos libres nuevos grupos religiosos. Términos que no siempre son adecuados, ya que, con frecuencia, no responden al contenido histórico y doctrinal de las llamadas sectas.

    Tal como nos dice el sacerdote Manuel Guerra en su libro Las sectas: En la actualidad la palabra secta esta lastrada con una carga peyorativa muy grande es por ello que se ha intentado sustituir por otras palabras. En el documento vaticano SNMR de 1986 sugiere varios nombres genéricos o abarcantes para los diferentes tipos de sectas. Sin embargo, estos nombres también implican ciertos problemas, puesto que podemos llamar nuevos movimientos religiosos a los testigos de Jehová o los mormones que tienen más de cien años de existencia, tampoco les podemos llamar grupos religiosos marginales pues este nombre no da una visión positiva de la realidad, por lo tanto, tampoco se adaptaría a este y otro tipo de denominaciones. Es por ello, que lo mejor es usar la palabra secta eliminando de ella toda carga negativa, peyorativa y vulgar. Hemos de recordar que la carga peyorativa viene debido a las sectas destructivas y dañinas, y se ha extendido a todo tipo de secta en general. [01]

    También es necesario, por ello, conocer el concepto de secta destructiva o dañina. La primera se refiere a todos aquellos grupos que destruyen directamente al individuo, tanto de forma síquica (lavado de cerebro), como social (aislamiento) y de manera humana-jurídica (privar de derechos), mientras que la segunda son aquellos grupos que afectan peligrosamente la personalidad del individuo, por lo cual estos posteriormente al salirse, necesitarían ayuda médica-siquiátrica para recuperarse.

    Por tales razones, evitaremos usar esta palabra en un sentido ofensivo, sino simplemente en el sentido teológico y etimológico de dicha palabra.

    Distinguir secta y sectarismo

    Una cosa es ser secta y otra tener un carácter sectario o cerrado. Hay personas que llaman secta a todo el que tiene comportamiento sectario. Por ello, utilizan este término para referirse a grupos evangélicos o pentecostales en razón de algunas de sus actuaciones y esto es, teológicamente incorrecto. Sin embargo, estos grupos no pueden ser considerados así ya que cumplen con los elementos básicos de la fe cristiana. Por eso, sin despreciar los aspectos sociológicos y psicológicos, hay que darle prioridad al enfoque teológico, y desde esta perspectiva concluir que, aunque puedan existir grupos cristianos sectarios, la secta es absolutamente distinta del cristianismo.

    2. Diferencia entre secta, religión e iglesia

    Debemos tener claro que no es lo mismo hablar de una religión, una iglesia que una secta. Una religión suele ser un tronco más grande y puede incluir a varias iglesias, tal como se concluye de las directrices que establecen el Concilio Vaticano II para el ecumenismo, pues dentro del cristianismo o la religión cristiana, no sólo encontramos a la Iglesia Católica, sino también se encuentra la Iglesia Ortodoxa y las comunidades eclesiales que vienen a ser las distintas confesiones protestantes.

    Diferencia entre religión e iglesia

    El término religión deriva del latín religare que significa atar de esta forma que como personas religiosas estaríamos atados a Dios, ligados a él a través de la piedad. De esta forma podemos afirmar como dijo San Agustin "La religión nos une al único Dios Todopoderoso" (Tratado sobre la verdadera religión). [02]

    Por ello, podemos decir que se entiende por religión una relación entre el hombre y la divinidad. Pero dicha relación es real, personal, y existencial, libre y dinámica que perfecciona al ser humano.

    Las religiones principales, o al menos las más grandes y conocidas son: cristianismo, judaísmo, islam, budismo e hinduismo. Ahora bien, La religión budista no tiene dioses, por tanto, la definición dada anteriormente no es adecuada para definir la religión budista, por tanto, podríamos dar otra definición de religión: un sistema doctrinal y ritual donde el hombre adquiere las respuestas a los principales interrogantes universales, sobre la vida, la creación etc. y remiten al hombre a una realidad superior.

    Hemos dicho antes, que el cristianismo es una religión, y podemos encontrar en las Sagradas Escrituras la palabra religión/religioso: Juan 9,31; Hechos 25,19; Hechos 26,5; Santiago 1,26-27. Esto quiere decir que ya en tiempos de los apóstoles ellos mismos se consideraban religión e incluso el propio apóstol Santiago ya nos da las reglas de piedad para ligarnos con Dios. visitar a los huérfanos y a las viudas en su tribulación y conservarse incontaminado del mundo. Es decir, para el apóstol, la caridad es el vínculo por el cual el hombre cristiano se une a Dios, volviéndose religioso. San Juan también confirmará esto al decir que "si uno es religioso y cumple su voluntad, a ése le escucha". A través de la caridad y del cumplimiento de la voluntad de Dios, que es amarnos unos a otros, y amarle a él nos volvemos verdaderamente personas religiosas.

    Será dentro del cristianismo, donde podemos hablar del término Iglesia, pues este tipo de organización o estructura es específico de esta religión, no encontrando iglesias en otras religiones.

    La palabra Iglesia por otro lado viene del griego ekklesia que significa asamblea. En los evangelios se usa solamente en dos lugares como son las escrituras: Mateo 16,18 y Mateo 18,17. En el primero, para indicar que la Iglesia de Cristo es edificada sobre la roca de Pedro y en el segundo para indicar que la autoridad más alta en el cristianismo es la Iglesia, y es quien debe decidir las cuestiones más importantes en materias de fe y moral.

    Ahora bien, todos los grupos surgidos en tiempos de la reforma y posteriormente, técnicamente no deben ser llamados iglesias sino comunidades eclesiales según enseña el documento Dominus Iesus 17.2: Por el contrario, las comunidades eclesiales que no han conservado el Episcopado válido y la genuina e íntegra sustancia del misterio eucarístico, no son Iglesia en sentido propio [03].

    Al carecer de sucesión apostólica válida y al no tener el sacramento eucarístico auténtico, no podemos decir sean verdaderas iglesias, y deben ser llamadas comunidades eclesiales. Esto entonces nos sitúa en el punto de que la Iglesia fundada por Cristo solo es una, la Iglesia Católica. De hecho, la Dominus Iesus, en su punto 17 dice: "Existe, por lo tanto, una única Iglesia de Cristo, que subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el Sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él."04

    Con la expresión subsiste se quiere indicar que la Iglesia que Nuestro Señor Jesucristo fundó es la Iglesia Católica, una sola, y esto está basado claramente en las Sagradas Escrituras, donde se habla de que el Señor edificará su Iglesia sobre san Pedro (Mateo 16,18) siendo San Pedro el primer Papa desde el cual podemos trazar una sucesión ininterrumpida de obispos de Roma hasta el actual su Santidad el Papa Francisco.

    Diferencia entre religión y secta

    De manera general, pues siempre existen excepciones y más en este tema tan complejo como es el de las sectas, podemos decir, que una secta como bien dice su etimología es un grupo que se ha separado o desgajado de una religión, esto, por tanto, implica que la religión siempre es más antigua que la secta. La propia Biblia nos da esta pauta:

    Han salido de entre nosotros, aunque no eran de los nuestros. De haber sido de los nuestros, se habrían mantenido con nosotros. 1Juan 2,19

    En esta cita, el apóstol Juan está hablando de aquellos grupos que ya en tiempos de los apóstoles se salían de la religión cristiana y fundaban su propia secta. De manera que la religión cristiana sería más antigua que todas ellas, lo mismo pasaría con las otras religiones: hindú, budista e islámica. Las sectas que corresponden a este tipo de religiones, son de menor antigüedad que la misma religión y como dijimos antes, tienen huella o marcas de esta religión. Ahora bien, como dijimos antes, estamos hablando de manera general, esto es, que puede haber casos especiales, por ejemplo, las sectas desacralizadas, esotéricas o gnósticas, que rechazan generalmente ser considerados como una religión. También debemos de indicar, que aquí no estamos hablando de los grupos protestantes pues ellas profesan también la religión cristiana y no pueden ser considerados como sectas.

    Puntualizaremos también algunas diferencias:

    a) Las religiones permiten que abandones el grupo sin problemas, las sectas en general suelen asustar a los miembros para que no se vayan, les coaccionan.

    b) Las religiones animan a las personas a plantear interrogantes y a pensar de forma crítica; por el contrario, los grupos sectarios procuran evitar las preguntas y el pensamiento crítico.

    c) Las religiones enseñan claramente sus doctrinas, cualquiera las puede conocer, más, sin embargo, las sectas ocultan ciertas doctrinas a los iniciados y solo las manifiestan a los más avanzados.

    d) Las religiones suelen mantener doctrinas que son verificables por personas externas al grupo y que coincide y es coherente con su historia. Los grupos sectarios afirman que sus doctrinas son infalibles y que no pueden ser verificadas por personas de fuera del grupo.

    e) Las religiones intentan ayudar a las personas a cubrir sus necesidades espirituales. Los grupos sectarios explotan las necesidades espirituales y buscan utilizar esas necesidades para controlar a la persona.

    f) En las religiones, se puede observar el escándalo o error en cualquiera de sus miembros, ya que se reconoce la humanidad pecaminosa en cada uno de ellos. Las sectas, por el contrario, difícilmente reconocen públicamente el pecado dentro de sus miembros. Por eso, intentan dar una apariencia de santidad y pureza innata. Además, toman este punto de referencia, para atraer más adeptos.

    3. Rasgos definitorios de las sectas

    Según la definición que recoge el sacerdote Manuel Guerra en su libro Los Nuevos Movimientos Religiosos o Sectas, nos dice: Un NMR o secta es un grupo autónomo, no propiamente cristiano, de estructura piramidal, sin crítica interna, fanáticamente proselitista, con mucho fundamentalismo bíblico, desentendido de la cuestión social, exaltador del esfuerzo individual, que no acepta la Biblia como única fuente escrita de la Revelación divina y espera el inminente advenimiento de una Era nueva en la Tierra tras una catástrofe cósmica (fin del mundo) o sin ella. [05]

    Son grupos autónomos porque sus miembros, no rinden cuentas de sus actos a nadie. Nadie está por encima de ellos, no están integrados en una realidad más amplia, es decir que no están unidos a una cabeza como pasa en la Iglesia, que estamos unidos al Papa la cabeza visible, de esta manera son autónomos desde los planos doctrinal, ético, cultural y organizativo.

    Son grupos no propiamente cristianos ya que no creen en el dogma de la Santísima Trinidad, que es el común denominador entre católicos y protestantes. Por ello, su bautismo es inválido pues no cumple con esta fórmula trinitaria en su celebración.

    Decimos que poseen estructura piramidal, porque el líder de la secta, que en algunos casos será llamado, profeta, pastor, presidente, gurú, ocupa el vértice más alto de la pirámide y tiene un poder totalitario sobre ella. Este poder totalitario lo ejercen a través de unos subalternos que están un escalón por debajo, y finalmente por debajo de estos lugartenientes esta la masa de adeptos.

    Se dice que no aceptan la crítica interna porque carecen de este sentido crítico, algo que debe ser común a todo hombre. En una secta, no se puede juzgar las doctrinas, ni los errores, no se puede leer literatura contraria a la secta, ni tampoco se puede criticar el comportamiento de los fundadores. En vez de la crítica interna, los adeptos a la secta tienen una sumisión ciega a la misma y a su fundador.

    Son fanáticamente proselitistas, es decir, con pertinaz insistencia, mediante métodos de marketing como si de productos se tratasen, te presentan sus doctrinas y enseñanzas. Por ello, les veremos que hacen propaganda, venden o regalan libros, folletos, revistas, etc. También realizan visitas domiciliarias o entrevistas en las calles para exponerte sus creencias. En muchos de estos grupos te dan un manual para saber cómo vender sus productos (libros, revistas, folletos) y como captar al adepto, son lo que podríamos llamar normas para el reclutamiento, basadas en mensajes o palabras que hay que decir, los gestos a usar, sentimientos fuertes, actitud que impresione al que te escucha o como emocionarles con lo que les cuentas, etc. Todas estas son reglas y normas que generalmente enseñan a los miembros de las sectas para hacer proselitismo.

    En la mayoría de las sectas que usan la Biblia, la manera de interpretar esta es absolutamente fundamentalista, de forma que no aprenderán nada que no se diga de manera literal en las Escrituras. Así, sectas como los Adventistas, Mormones, Testigos de Jehová, interpretan los relatos de la Creación del Génesis (Gen 1 y Gen 2) literalmente concluyendo el mundo fue creado exactamente en siete días. También usan otros pasajes del AT que prohíben ciertos alimentos para prohibírselos a sus miembros, haciendo nuevamente uso de un fundamentalismo extremo. Casi todas las sectas se amparan en lo mismo, esto es, que las iglesias cristianas han perdido el sentido correcto de interpretar los pasajes bíblicos, y nosotros somos lo que damos la auténtica interpretación de los mismos. Otras sectas, por ejemplo, como los Testigos de Jehová o los Mormones tienen sus propias Biblias. En el caso de los Testigos de Jehová, es la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, y en el caso de los Mormones, está la conocida como Versión inspirada de la Biblia de Joseph Smith de la cual, sus miembros usan solo algunos capítulos.

    Además de la Biblia, muchas de estas sectas disponen de otros libros inspirados de dónde sacan sus preceptos morales y doctrinales, por ejemplo, los mormones usan otros libros, como son El Libro del Mormón, Doctrinas y Convenios, etc. Los adventistas usan los escritos de su fundadora Elena G. White que los consideran también inspirados por Dios. Es por ello, que decimos que tienen la revelación abierta, pues sus doctrinas siguen revelándose y pueden sufrir cambios o modificaciones. Esta revelación abierta se produce desde el momento que se considera la Biblia solo como un libro más y no la única fuente de Revelación escrita.

    Cuando hablamos de rigorismo moral, nos estamos refiriendo a que en estos grupos existe un cierto ascetismo que insiste sobre todo en prohibir bebidas y alimentos, es decir, prohíben el alcohol, el tabaco, la carne, las fiestas, las celebraciones etc. Este rigorismo moral les hace sentirse superiores a los demás, que consideran simplemente paganos. Sin embargo, hemos de decir que esta característica a veces no se cumple, pues existen algunas sectas que caen en el desenfreno sexual como el caso de los Niños de Dios, etc.

    El esfuerzo personal es algo clave más que todo en las sectas de impronta oriental. Mientras en el cristianismo necesitamos de la gracia de Dios y de nuestra buena voluntad (Juan 15,5) en las sectas sobre todo las orientales, el propio esfuerzo del hombre ocupa el primer puesto en su vida espiritual, por ejemplo, en el hinduismo se busca la fusión con el Uno-Todo, en el budismo se busca el Nirvana, estado de paz y tranquilidad, estas ideas tomadas de estas religiones orientales, están presentes en muchas sectas orientales. De esta manera, eliminan por completo a Dios, al menos al Dios personal, el Dios cristiano, y eliminando toda idea de la gracia divina. Es el renacer del antiguo pelagianismo, creerse que uno puede salvarse por sus propios medios sin la ayuda de Dios ni de la gracia.

    Y finalmente, ellos esperan el inminente advenimiento y por ello, predican con mucha frecuencia que se acerca el fin del mundo, de esta forma asustan a la gente y hacen que se vayan con ellos más rápidamente. Esto es algo muy usado, por ejemplo, en los testigos de Jehová o en los adventistas que esperan el advenimiento de Cristo de manera inminente y ser raptados por él. Esto significa que la mayoría de las sectas de impronta, cumplen la condición de ser apocalípticas, aunque también se encuentran en otras sectas del hinduismo como es el caso de los Hare Krishna. [06]

    4. ¿Qué ha dicho la Iglesia Católica sobre las sectas?

    Básicamente la Iglesia Católica ha considerado a las sectas, como una problemática o desafío pastoral y ha hablado sobre ello a través de dos documentos: el primero es el Documento de Santo Domingo de 1992, donde se clasifican las sectas y se advierte del problema de las mismas, y por otro lado, tenemos el documento de la "Congregación para la Evangelización de los pueblos de 1993" donde, también se advierte de los peligros de las sectas. Citaremos lo más relevante de ambos:

    El problema de las sectas ha adquirido proporciones dramáticas y ha llegado a ser verdaderamente preocupante sobre todo por el creciente proselitismo. (Santo Domingo, Conclusiones 139) [07].

    Las sectas fundamentalistas son grupos religiosos que insisten en que sólo la fe en Jesucristo salva y que la única base de la fe es la Sagrada Escritura, interpretada de manera personal y fundamentalista, por lo tanto con exclusión de la Iglesia, y la insistencia en la proximidad del fin del mundo y del juicio próximo. Se caracterizan por su afán proselitista mediante insistentes visitas domiciliarias, gran difusión de Biblias, revistas y libros; la presencia y ayuda oportunista en momentos críticos de la persona o de la familia y una gran capacidad técnica en el uso de los medios de comunicación social. Cuentan con una poderosa ayuda financiera proveniente del extranjero y del diezmo que obligatoriamente tributan todos los adheridos. Están marcados por un moralismo riguroso, por reuniones de oración con un culto participativo y emotivo, basado en la Biblia, y por su agresividad contra la Iglesia, valiéndose con frecuencia de la calumnia y de la dádiva. Aunque su compromiso con lo temporal es débil, se orientan hacia la participación política encaminada a la toma del poder. La presencia de estas sectas religiosas fundamentalistas en América Latina ha aumentado de manera extraordinaria desde Puebla hasta nuestros días. (Santo Domingo, Conclusiones 140) 08

    Fenomenológicamente se trata de hechos socio-culturales protagonizados por sectores marginados y también capas medias y pudientes en América Latina, que a través de formas religiosas generalmente sincréticas logran expresar su identidad y anhelos humanos. Desde el punto de vista de la fe católica, estos fenómenos pueden ser considerados como signos de los tiempos, y también como advertencia de que existen ambientes humanos donde la Iglesia está ausente y debe replantear su acción evangelizadora. Cabe distinguir varias corrientes o tipos de fenómeno: - formas para-cristianas o semi-cristianas, como Testigos de Jehová, y Mormones. Cada uno de estos movimientos tiene sus características, pero en común manifiestan un proselitismo, un milenarismo, y rasgos organizativos empresariales; -formas esotéricas que buscan una iluminación especial y comparten conocimientos secretos y un ocultismo religioso. Tal es el caso de corrientes espiritistas, rosacruces, gnósticos, teósofos, etc.; -filosofías y cultos con facetas orientales, pero que rápidamente se están adecuando a nuestro continente, tales como Hare Krishna, la Luz Divina, Ananda Marga y otros, que aportan un misticismo y una experiencia comunal; -grupos derivados de las grandes religiones asiáticas, ya sea del budismo (seicho no ié, etc.), del hinduismo (yoga, etc.), o del islam (bahá' i), que no sólo expresan a migrantes del Asia sino que también echan raíces en sectores de nuestra sociedad; -empresas socio-religiosas, como la secta Moon o la Nueva Acrópolis, que tienen objetivos ideológicos y políticos bien precisos, junto con sus expresiones religiosas, cruzadas mediante medios de comunicación y campañas proselitistas, que cuentan con apoyo o inspiración del primer mundo, y que religiosamente insisten en la conversión inmediata y la sanación, y donde resaltan las llamadas «iglesias electrónicas»; - una multitud de centros de «cura divina» o atención a malestares espirituales y físicos de gente con problemas y pobre. Estos cultos terapéuticos atienden individualmente a sus clientes. (Santo Domingo, Conclusiones 147) 09

    Atención a la difusión de las sectas. La proliferación de las sectas de origen cristiana y no cristiana es, actualmente, un reto pastoral para la Iglesia en todo el mundo. En los territorios de misión, representan un serio obstáculo para la predicación del Evangelio y

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