¿Neurona Mata Espíritu? Una Aproximación Interdisciplinar al Cerebro, la Conciencia y la Libertad

Por Mario Arroyo Martinez Fabre

El impresionante avance la Neurociencia, sobre todo a partir de la última década del siglo XX, pretende descifrar el último misterio de la naturaleza velado al hombre: el cerebro. A través del estudio y el análisis del encéfalo y sus componentes, particularmente las redes neuronales, se aventura la posibilidad de ofrecer una explicación completa del hombre en clave materialista. En efecto, no seríamos más que enjambres neuronales complejamente organizados, “cerebros con patas.” El “Yo” cedería espacio al cerebro, en quien encontraríamos la explicación última de la inteligencia, voluntad, libertad, amor, identidad, conciencia. ¿Qué significaría esto? La demostración científica del materialismo, el destronamiento definitivo de la noción de espiritualidad y con ella la del alma.
A casi 30 años de distancia, tal empresa científica, ¿ha conseguido su propósito? Tendemos a pensar que, en realidad, cierto sector de neurocientíficos ha cantado victoria antes de tiempo, ha realizado un monumental acto de fe en los alcances de futuros desarrollos científicos. En realidad, todavía es mucho lo que ignoramos sobre el cerebro y los avances alcanzados no permiten concluir, de forma inequívoca y contundente, que puedan explicar exclusiva y acabadamente la libertad. Han fracaso también, una y otra vez, intentando explicar la conciencia.
Por eso, junto al gozo por avanzar en el conocimiento del cerebro y las consecuencias que ello tiene para la comprensión del hombre, puede afirmarse que ese desarrollo no declara obsoleta la noción del alma, ni supone una explicación exhaustiva y última del fenómeno humano. El presente libro busca ofrecer una guía en medio de un acalorado debate científico todavía abierto. Busca evidenciar sus raíces, presupuestos y consecuencias filosóficas. Quiere deslindar con claridad hasta donde llegan los descubrimientos y donde empiezan las interpretaciones o proyecciones a futuro. Busca mostrar los prejuicios ideológicos inconfesados desde los que parte cierto sector de investigadores, para concluir que, en definitiva, se trata de una cuestión viva, donde más que expulsar las nociones de alma y espíritu, pueden estas entenderse como complementarias, para ofrecer una visión más completa y realista del fenómeno humano.

• Idioma: Español
• Editorial: Mario Arroyo Martinez Fabre
• Fecha de lanzamiento: 15 dic 2018
• ISBN: 9780463948835

Mario Arroyo Martinez Fabre

Mario Arroyo Martínez Fabre es licenciado en Filosofía por la Universidad Panamericana, bachiller en Teología por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz y doctor en Filosofía por la misma universidad. Ordenado sacerdote en Torreciudad, España, en el 2002, ha desempeñado su ministerio sacerdotal en España, México, Perú y Ecuador. Actualmente, es capellán de la Universidad de Piura (Campus Lima). Colabora habitualmente con periódicos mexicanos como Expreso o Mural. Antes hizo lo mismo con otros diarios del mismo país y algunos de Estados Unidos, como El Imparcial, Diario Binacional, Diario Latino, entre otros. También escribe habitualmente en el portal Vox Fides de México, y anteriormente en Church Forum y El Rayo de Sonora. Participó regularmente en un programa de Radio Vital, de Guadalajara, México, sobre diálogo interreligioso. En el Perú, sus artículos han sido publicados a través de los portales Lucidez, Crónica Viva, La abeja, DePolitika y Perú Católico. Publicó el libro Poder, dinero y santidad. Una aproximación desde la Doctrina Social de la Iglesia (Lima, 2012) y es coautor del libro Dios busca al hombre (Lima, 2013). Ha publicado también Ciencia y fe: ¿un equilibrio posible? (Lima: Fondo Editorial UCSS, 2015), Ciencia y Fe. Situación actual (Lima, 2016) y La Iglesia y los homosexuales. Un falso conflicto (Lima, 2017).

Vista previa del libro

El análisis Neuropsicológico de la organización jerárquica del Sistema Nervioso nos ha enseñado que en sus diferentes niveles de ascenso complejo estructural y funcional, nos evidencia que cada estrato participa en una mayor capacidad de autocontrol destacándonos como humanos sobre cualquier otro ser vivo. Y dentro de lo considerado como autocontrol, evidenciamos que los procesos de mayor complejidad, más que ser los conducentes a la acción efectora, son aquellos del tipo inhibitorio o también de modulación de la acción motora; sea lo analicemos desde lo que son las sinapsis inhibitorias, pasando por los mecanismos de control endocrino e inmune de la función nerviosa hasta llegar psíquicamente al control ético de la conducta humana. Un análisis de esta organización jerárquica a partir de la teoría de la complejidad o desde el enfoque sistémico nos evidenciaría que la mayor complejidad e interdependencia la encontramos en un patrón reiterativo de autocontrol en cada nivel, que desde los niveles inferiores hasta los superiores requiere de evidenciar este autocontrol en la acción libre del individuo.

La certeza que el entendimiento de comprender la fisiología y la patología del cerebro, así como sus interdependencias con el entorno, debe ir marcado por un camino que de luces de su complejidad y multiconectividad. Esta certeza marca definitivamente la ruta de todos los investigadores en neurociencias, desde los que abordan al cerebro a partir las ciencias básicas hasta los que ven su acción en el campo de la salud, desde los que evalúan su interrelación con el entorno en las ciencias humanas hasta a los que les sirve como modelo de control complejo aplicado a la inteligencia artificial.

Lo que nos plantea del Dr. Mario Arroyo es que seguiríamos un camino reduccionista si encuadramos el estudio del cerebro sólo dentro de lo que el materialismo limitadamente nos explica y nos perdemos un amplio campo de comprensión en estos reducidos modelos, los cuales tarde o temprano evidenciarán más su limitación por su corta aplicabilidad. En realidad, los debates actuales sobre la certeza de las teorías neurocientíficas se irán clarificando cuando evaluemos mayores espectros de lo que nos dicen las mismas, dentro de lo que nos explicaba Thomas Kuhn como el proceso de aplicación de la ciencia normal, si el nuevo paradigma o más bien la teoría neurocientífica propuesta es correcta.

El Dr. Mario Arroyo nos entrega una obra importante, clara y directa. Nos propone desde el inicio un principio metodológico concreto para hacer primero una revisión histórica y luego conceptual de las principales teorías neurocientíficas de la actualidad que proponen explicaciones a la relación mente cerebro o una visión alternativa a la misma. Asume al método filosófico como imprescindible y, asimismo, lo aplica en el análisis de si se ha llegado a dar una explicación científica de la relación entre conciencia y libertad, evaluando si es que la ciencia y sus métodos han podido realmente borrar el sentido del alma y espíritu a partir de criterios materialistas.

Se propone al método filosófico epistemológico como de permanente vigencia para analizar la coherencia de las teorías neurocientíficas y, como buen documento de análisis filosófico, las premisas de fondo son claras desde el inicio, es decir, analizar los criterios y errores en que incurren las neurociencias al negar la realidad del espíritu en la acción compleja del cerebro. En este proceso cuestionador podemos reconocer el patrón axiomático del documento.

El texto no acaba en el cuestionamiento sino confluye en propuestas a ser consideradas por las neurociencias para que puedan conciliar con la filosofía en su método y fin, en la discusión sobre el rol del cerebro en la acción libre de la conciencia. Nos propone finalmente conclusiones a las que ha arribado en este proceso, las cuales podrían ser el inicio a otro ensayo.

Resalto como partícipe en la discusión y conclusiones, un concepto fundamental planteado al inicio, la necesidad de la interdisciplinariedad, a la que sumaría la transdisciplinariedad, que exige que cada analista no sólo comparta conceptos, sino que posea una capacidad de visión a la vez global y profunda, más allá de su campo inicial de trabajo.

Es de felicitar la aparición de libros, como el del Dr. Mario Arroyo, que mantengan la discusión de temas tan fundamentales; pues podemos recaer en la actitud facilista de aceptar las corrientes de opinión en ciencia como verdad desestimando la razón de ser del propio método científico. Teniendo esta equívoca actitud podríamos convertir a la ciencia en lo que ahora se llama constructo cultural y mal utilizar a las neurociencias como medio para justificarlo, pues sin contrastación y sin método claro algunas teorías podrían pasar a ser dogmáticas leyes.

Daniel A. Paredes Ruiz

Secretario General de la Academia de Neurociencias del Perú

Past-Presidente de la Sociedad para las Neurociencias del Perú

Introducción

¿Sigue siendo válida la noción de alma? ¿El estudio de las neuronas no la ha declarado anacrónica?, ¿hay todavía espacio para la espiritualidad humana o ha sido desplazada por la investigación del cerebro? ¿Quién decide las cosas, yo o mi cerebro?, ¿es el yo algo real, o es una ficción útil creada por mi cerebro? ¿Puede explicarse la conciencia total y exclusivamente desde una perspectiva material? ¿Puede considerarse a la noción de libertad como obsoleta?, ¿la libertad cede paso a los estímulos físico-químicos cerebrales?

Todas estas anteriores cuestiones se han planteado recientemente ante el impresionante desarrollo de las neurociencias. Aunque van de la mano de otras no menos fundamentales: ¿la neurociencia puede explicar total y acabadamente el fenómeno humano?, ¿los avances neurocientíficos convierten en obsoletas las aproximaciones al hombre propias de la filosofía, la psicología o la antropología?, ¿queda espacio todavía para estos saberes?, ¿deben reinterpretarse a la luz de la neurociencia o son sencillamente anticuados, piezas de museo propias de una