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abolición del hombre
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Libro electrónico100 páginas1 hora

abolición del hombre

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  • Literature

  • Ethics

  • Values

  • Abolition of Man

  • Morality

  • Power of Trust

  • Power of Friendship

  • Power of Love

  • Power of Hate

  • Coming of Age

  • Hero's Journey

  • Quest

  • Wise Mentor

  • Wise Old Man

  • Ancient Wisdom

  • Truth

  • Human Nature

  • Education

Información de este libro electrónico

En esta bella obra, C. S. Lewis reflexiona sobre la sociedad, la naturaleza y los retos para educar mejor a nuestros hijos. Argumenta con elocuencia que, como sociedad, necesitamos apuntalar la lectura y la escritura con lecciones de moralidad y, en el proceso, educarnos y reeducarnos a nosotros mismos.

 En muchos sentidos, C. S. Lewis predijo el futuro. «Previó el auge de las tendencias que estamos experimentando en estos tiempos: el emotivismo ético, la autoridad a veces incuestionable de la ciencia y el creciente uso que hacen los gobiernos de la tecnología para controlar a sus poblaciones». —The Gospel Coalition, Joseph A. Kohm Jr.

La abolición del hombre analiza por qué no deberíamos escuchar siempre solo a la razón y dejar de lado nuestras emociones. Lewis sostiene que la razón sin emoción no existe. Desacredita los argumentos de que la forma purista de la razón es el instinto, que las acciones benévolas se encontrarán persiguiendo la ciencia y que la ciencia será la mejor brújula moral que seguir para la humanidad. Lewis demuestra que los absolutos morales existen y son universales en todos los tiempos.

Estas páginas recogen una serie de conferencias sobre educación que Lewis pronunció durante tres noches en la Universidad de Durham. Es un libro para los seguidores de C. S. Lewis y para cualquiera que desee comprender mejor las virtudes morales tradicionales y cómo influyen en su vida. Lewis dijo: «Si nada es evidente por sí mismo, entonces nada puede demostrarse». Debe haber verdades evidentes que puedan aplicarse en todas partes. 

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In this graceful work, C.S. Lewis reflects on society and nature and the challenges of how best to educate our children. He eloquently argues that we need as a society to underpin reading and writing with lessons in morality and in the process both educate and re-educate ourselves.

 In many ways C. S. Lewis predicted the future. “He foresaw the rise of trends we’re currently experiencing: ethical emotivism, the sometimes unquestioned authority of science, and the increasing use of technology by states to control their populations.” –The Gospel Coalition, Joseph A. Kohm Jr.

The Abolition of Man discusses why we shouldn’t always listen to only reason and cut out our emotions. Lewis argues that reason without emotion there is not a reality. He debunks arguments that the purist form of reason is instinct, that benevolent actions will be found through pursuing science, and that science will be the best moral compass for mankind to follow. Lewis proves that moral absolutes do exist and they are universal throughout all of time.

This is a book for C. S. Lewis fans and anyone who wants to better understand traditional moral virtues and how they impact your life. Lewis said, “If nothing is self-evident then nothing can be proved.” There must be self-evident truths that can be applied everywhere. The book brings together a series of lectures on education that Lewis delivered over three nights at the University of Durham. 


IdiomaEspañol
EditorialHarperCollins
Fecha de lanzamiento31 may 2016
ISBN9780829702439
abolición del hombre
Autor

C. S. Lewis

Clive Staples Lewis (1898–1963) was one of the intellectual giants of the twentieth century and arguably one of the most influential writers of his day. He was a Fellow and Tutor in English Literature at Oxford University until 1954, when he was unanimously elected to the Chair of Medieval and Renaissance Literature at Cambridge University, a position he held until his retirement. He wrote more than thirty books, allowing him to reach a vast audience, and his works continue to attract thousands of new readers every year. His most distinguished and popular accomplishments include Out of the Silent Planet, The Great Divorce, The Screwtape Letters, and the universally acknowledged classics in The Chronicles of Narnia. To date, the Narnia books have sold over 100 million copies and have been transformed into three major motion pictures.

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    abolición del hombre - C. S. Lewis

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    HOMBRES SIN NADA EN EL PECHO

    Dio la orden de matarlos, y a los pequeños asesinaron.

    VILLACINCO TRADICIONAL INGLÉS

    Me parece que no prestamos la suficiente atención a la importancia de los libros de texto de la enseñanza elemental. Por eso es por lo que he elegido como punto de partida para estas conferencias un librito de Lengua destinado a los «niños y niñas de los últimos cursos escolares». No creo que los autores de este libro (son dos) pretendiesen causar ningún daño, y les debo unas palabras de agradecimiento, a ellos o a la editorial, por enviarme un volumen de cortesía. Al mismo tiempo, no tengo nada bueno que decir sobre estas obras. Es una situación incómoda. No quiero poner en la picota a dos modestos maestros de escuela que hacían lo mejor que podían, pero no puedo guardar silencio ante lo que pienso que es la tendencia real de su trabajo. Por tanto, me he propuesto no revelar sus nombres. Me referiré a estos caballeros como Cayo y Titius, y a su obra como El libro verde. Pero les aseguro que el libro existe y que lo tengo por duplicado en mis estantes.

    En su segundo capítulo, Cayo y Titius citan la conocida historia de Coleridge en la cascada. Como recordarán, había dos turistas: uno la calificó de «sublime» y el otro, de «bella»; Coleridge se adhirió mentalmente a la primera opinión y rechazó la segunda con desagrado. Cayo y Titius comentan: «Cuando el hombre dice "Esto es sublime, parecía estar comentando la cascada […]. En realidad […] no estaba refiriéndose a ella, sino a sus propios sentimientos. En realidad estaba diciendo: Tengo sentimientos relacionados en mi mente con la palabra sublime, o, resumido: Tengo sentimientos sublimes"». Aquí se presentan unas cuantas cuestiones de calado, tratadas de una manera bastante escueta. Pero no terminan ahí los autores. Añaden: «Esta confusión está presente siempre en el lenguaje tal como solemos usarlo. Parece que estamos diciendo algo muy importante sobre algo, cuando en realidad solo decimos algo sobre nuestros sentimientos».¹

    Antes de abordar las cuestiones que en realidad suscita el parrafito en cuestión (destinado, como recordarán, a «los últimos cursos escolares»), debemos eliminar una simple confusión en la que han caído Cayo y Titius. Aun desde su punto de vista —o desde cualquiera concebible—, el hombre que dice «Esto es sublime» no puede querer decir «Tengo sentimientos sublimes». Aun dando por sentado que cualidades tales como la sublimidad fuesen única y simplemente algo proyectado desde nuestras emociones, aun así, digo, las emociones que dan lugar a la proyección son los correlatos, y por consiguiente son casi los opuestos, de las cualidades proyectadas. Los sentimientos que hacen que alguien llame sublime a un objeto no son sentimientos sublimes, sino sentimientos de veneración. Si hay que reducir «Esto es sublime» a una aseveración sobre los sentimientos del hablante, la traducción apropiada sería «Tengo sentimientos de humildad». Si el punto de vista de Cayo y Titius se aplicara con coherencia llevaría a obvios absurdos. Tendrían que sostener que «Eres despreciable» significa «Tengo sentimientos despreciables»; o incluso que «Tus sentimientos son despreciables» significa «Mis sentimientos son despreciables». Pero no hagamos esperar al que es el auténtico pons asinorum de nuestro asunto. Seríamos injustos con Cayo y Titius si resaltáramos lo que sin duda fue un mero descuido.

    El alumno que lee este pasaje de El libro verde creerá dos proposiciones: primero, que todas las frases que contienen un predicado de valor son afirmaciones acerca del estado emocional del hablante; y segundo, que todas esas afirmaciones son de nula importancia. Es cierto que Cayo y Titius no han empleado tantas palabras para decirlo, solo se han referido a un predicado de valor en particular (sublime) como palabra que describe las emociones del hablante. Se deja a los alumnos la tarea de hacer extensivo ese mismo tratamiento a todos los predicados de valor; y no se pone el menor obstáculo a ello en su camino. Los autores pueden haber pretendido o no que lo hagan extensivo; puede que no hayan apartado cinco minutos para pensar seriamente en ello. No me preocupa tanto lo que hubieran deseado, sino el efecto que su libro tendrá con seguridad en la mente de los estudiantes. Del mismo modo, no han afirmado que los juicios de valor carecen de importancia. Sus palabras son que «Parecemos estar diciendo algo muy importante» cuando en realidad «solamente estamos diciendo algo acerca de nuestros sentimientos». Ningún alumno podrá resistirse al peso de lo que sugiere ese «solamente». Por supuesto, no estoy diciendo que el muchacho llegue a partir de lo que ha leído a inferir una teoría filosófica general de que todos los valores son subjetivos y triviales. El verdadero poder de Cayo y Titius se basa en el hecho de que están tratando con un muchacho, un jovencito que cree que está cursando su asignatura de Lengua y no tiene idea de que están en juego la ética, la teología y la política. Lo que ponen en su mente no es una teoría, sino un presupuesto que al cabo de diez años, ya olvidado su origen e inadvertida su presencia, condicionará al joven para posicionarse en un lado de una controversia que nunca reconoció como tal. Sospecho que los propios autores difícilmente sabrán qué le están haciendo al alumno, y este jamás se percatará de la intervención de ellos.

    Antes de considerar las credenciales de la posición que Cayo y Titius han adoptado con respecto al valor, quisiera mostrar sus resultados prácticos sobre el procedimiento educativo. En su cuarto capítulo citan un ridículo anuncio comercial de un crucero de placer y proceden a inculcar en sus pupilos la aversión al tipo de redacción que se muestra en él.² El anuncio cuenta que quienes compren pasajes para ese crucero «surcarán los mares por los que navegó Drake […] aventurándose tras los tesoros de las Indias» y que regresarán a casa con un «tesoro» de «momentos dorados» y «vivos colores». Por supuesto, es un texto lamentable, una explotación interesada y sensiblera de esas emociones de asombro y placer que las personas sienten al visitar lugares que poseen asociaciones emocionantes con la historia o la leyenda. Si Cayo y Titius se dedicaran a su cometido y enseñaran a sus lectores (como prometían hacer) el arte de la redacción en inglés, se habrían ocupado de comparar este anuncio con pasajes de grandes autores en los que la emoción se encontrase adecuadamente expresada, para mostrarles en qué radica la

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