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Descifrando El Apocalipsis: Un Mensaje De Amor Y Transformación
Descifrando El Apocalipsis: Un Mensaje De Amor Y Transformación
Descifrando El Apocalipsis: Un Mensaje De Amor Y Transformación
Libro electrónico456 páginas13 horas

Descifrando El Apocalipsis: Un Mensaje De Amor Y Transformación

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Información de este libro electrónico

De entre los libros de la Biblia, el del Apocalipsis suele presentarse oscuro y misterioso para la mayora de las personas; ya no tiene que ser as, hoy podemos tener un conocimiento ms detallado de esa revelacin y de sus implicaciones en la vida diaria y en el desarrollo integral del ser humano.
Al leer el libro Descifrando el Apocalipsis, podremos acceder al detalle en una interpretacin captulo a captulo, versculo a versculo, ofrecindonos un nuevo nivel de comprensin de la Revelacin para cada persona en particular.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento22 feb 2011
ISBN9781617645358
Descifrando El Apocalipsis: Un Mensaje De Amor Y Transformación

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    Descifrando El Apocalipsis - Nicanor Hernández A.

    Copyright © 2011 por Nicanor Hernández A.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso: 2011921913

    ISBN: Tapa Dura 978-1-6176-4537-2

    ISBN: Tapa Blanda 978-1-6176-4536-5

    ISBN: Libro Electrónico 978-1-6176-4535-8

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    La información contenida en esta obra pretende ser educacional. El autor y el editor no son responsables del uso o mal uso que se haga de la información. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o son usados a manera de ejemplo, y cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, acontecimientos, o lugares es pura coincidencia.

    Este Libro fue impreso en los Estados Unidos de América.

    Para ordenar copias adicionales de este libro, contactar:

    Palibrio

    1-877-407-5847

    www.Palibrio.com

    ordenes@palibrio.com

    329147

    ÍNDICE

    Prefacio

    Para quién es este libro.

    Base para este estudio: El autoconocimiento.

    Percepción: cómo nos vemos y cómo vemos nuestro entorno.

    Una herramienta para volver a nuestra esencia: La Biblia.

    Para obtener un mayor provecho de la Palabra Eterna.

    El libro Sagrado del Apocalipsis.

    Una manera de interpretar el Apocalipsis.

    Un acercamiento a la bioenergética de la mente y las emociones.

    Consideraciones bioenergéticas.

    Presentación de la información.

    Interpretación Bioenergética del Libro del Apocalipsis:

    El paso siguiente:

    Información de referencia:

    Tabla 1. Características de los hemisferios cerebrales

    Tabla 2. Ubicación física de los chacras principales.

    Tabla 3. Asociación física-emocional-mental de los chacras.

    Tabla 4. Desglose para la interpretación del Apocalipsis.

    Tabla 5. Correspondencia entre el nombre de las Iglesias y los chacras.

    Tabla 6. Generación, fijación y cambio de un patrón emocional.

    Tabla 7. Afectación del pecado por etapas históricas.

    Tabla 8. Correlación entre el color de las piedras preciosas y el de los chacras.

    Tabla 9. Aspectos bioenergéticos por corregir.

    A la humanidad, con el deseo sincero de que cada persona en el mundo reconozca

    su esencia divina, porque sólo así este mundo puede dar el gran cambio.

    A la Vida, por permitirme participar de este proyecto.

    A mi esposa e hijos por su amor y apoyo incondicional en el arduo trabajo.

    A Ofelia Robledo Sancho, Rubén Hernández Amaya y Silvia Luna Guerrero

    por su paciente ayuda en las diferentes etapas de revisión y por sus valiosos

    comentarios.

    PREFACIO

    Desde mi personal punto de vista creo que las preguntas más inquietantes que surgen en algún momento de la vida se refieren al porqué estamos en este mundo, y también creo que esta inquietud la compartimos la mayoría de las personas. La búsqueda de respuestas se convierte para muchos de nosotros en una campaña constante a lo largo de la vida. Y tratando de dar respuesta a estos cuestionamientos, algunos lo hacen de un modo más consciente, otros lo hacen de una manera más metódica y hay quienes van por la vida sintiendo que tienen que dar respuesta a esas cuestiones pero sin saber a ciencia cierta cuáles son las preguntas. Pero de algún modo, la vida es una búsqueda para darle sentido a nuestra existencia. Para eso, necesitamos de una guía, en especial en estos tiempos tan complejos, donde pareciera que los hombres han perdido el rumbo.

    Yo también soy un caminante, igual que todos, y desde muy joven me he preguntado entre otras cosas, acerca del objetivo de estar en este mundo; y en la búsqueda de respuestas me he visto inmerso en el estudio y meditación de diversos temas, entre los que se encuentran los contenidos en los libros de la biblia.

    De entre esos libros, el del Apocalipsis siempre se me presentó oscuro y misterioso, como a la mayoría de las personas. Pero este libro tiene un atractivo especial porque intuimos que contiene revelaciones específicas, precisamente para estos tiempos que estamos viviendo.

    Así que para poder acceder a un entendimiento mayor usé la llave de la oración para pedir discernimiento. Un amigo religioso me aconsejó que para llegar a comprender los misterios profundos de la vida deberíamos pedir ayuda al Espíritu Santo y desde entonces sigo su consejo. En este caminar hacia el conocimiento se me presentó un nuevo nivel de comprensión de la Revelación de este libro, desde un enfoque diferente al que normalmente se nos enseña o al que normalmente se maneja en el ámbito comercial; y eso es lo que quiero compartir con ustedes.

    Entiendo que la palabra de Dios es infinita, eterna y poderosa, y que se expande a través de todo espacio y todo tiempo y si lo permitimos a través de toda circunstancia. En estos momentos históricos para el ser humano, donde la vida para muchos está llena de desencanto y situaciones caóticas, ha crecido el anhelo de plenitud y de buscar el verdadero propósito de la existencia. Este libro pretende ser una ayuda para poder encausar los esfuerzos al logro de la realización plena del ser humano y un apoyo para aquellos que desean tener un entendimiento más claro y profundo del mensaje del libro del Apocalipsis para estos tiempos.

    Antes de empezar, debemos tener claro que uno de los aspectos a considerar para adentrarnos en una comprensión amplia del mensaje del libro del Apocalipsis es la forma en que percibimos.

    Porque la manera en que experimentamos la vida está definida por la forma en que percibimos la realidad.

    Muy pocas personas viven conscientes de que la interacción con el entorno va más allá de la percepción que brindan los sentidos físicos. Si consideramos a la interacción con el entorno como la afectación reciproca entre la persona y lo que la rodea, entenderemos que estamos en comunicación constante con el universo, intercambiando información de diferentes formas.

    Por poner ejemplos de la experiencia diaria, las variaciones de la iluminación que recibimos, afectan nuestro estado de ánimo, por lo que las personas que viven en latitudes muy al norte tienden a deprimirse drásticamente en los meses con poca luz de sol.

    De igual manera, cuando tiramos algún desperdicio en el suelo, el equilibrio del entorno también se ve afectado, en el aspecto físico, químico, biológico, etc. y en este aspecto es muy cierto que nuestro estado mental y anímico se ve afectado cuando vemos un ambiente sucio o desordenado.

    Profundicemos un poco más. Démonos cuenta que estamos inmersos en campos invisibles de ondas electromagnéticas de diferente origen, por ejemplo, de ondas emitidas por las radiodifusoras o de señales de televisión, también tenemos las señales telefónicas inalámbricas, los flujos electromagnéticos de la radiación de fondo del universo profundo, y otras más palpables como las emanaciones de nuestro horno de microondas. Aunque estas señales electromagnéticas no las vemos con los ojos, sabemos que existen porque tenemos aparatos y dispositivos electrónicos que transforman dichas señales para que las podamos percibir por medio de los sentidos físicos.

    Las ondas electromagnéticas son una expresión de energía que se expande por el entorno, y su manipulación y control ha sido muy importante para el desarrollo intelectual y material del ser humano. Pero la energía electromagnética no es la única que nos rodea, existen otros tipos de energías que el ser humano experimenta a diario y de las cuales es poco consciente.

    Los seres vivos emiten campos de energía de diferentes tipos, los más conocidos debido a que los podemos cuantificar y cualificar son el campo electromagnético, el campo gravitatorio y un campo térmico. Al respecto de esto, he podido experimentar en mí mismo y en otras personas el campo electromagnético del ser humano en procesos de sanación, y han sido experiencias enriquecedoras.

    Además existen otros tipos de campos de energía que emanamos y que nos rodean, y que de alguna manera captamos y experimentamos, pero somos poco conscientes de ello porque nos han enseñado que si no lo percibimos con los sentidos físicos, no existe.

    Para adentrarnos un poco en esto, consideremos que en el diario vivir del ser humano hay experiencias curiosas a las que en raras ocasiones les ponemos atención, pero cuando lo hacemos nos causan sorpresa e incluso admiración.

    ¿Has tenido la sensación de que eres observado, y al voltear ves que efectivamente alguien te miraba? ¿Te has despertado un día pensando insistentemente en una persona y de pronto recibes una llamada telefónica de ella o te la encuentras en alguna parte? ¿Cómo podemos explicar estos fenómenos y otros similares?

    Primero entendamos y aceptemos que somos seres con una complejidad que va más allá del aspecto biológico de nuestro ser físico y que manejamos energías de diferentes tipos: mentales, emocionales y espirituales.

    Todos estos campos de energía son menos conocidos y entendidos, pero no por eso son irreales; éstas son energías sutiles que experimentamos todo el tiempo y que podemos concientizarlas fácilmente con un poco de atención. Y una vez que aceptamos su existencia nos preguntamos ¿cuál es la función de estas energías? ¿Para qué sirven?

    Ya mencioné antes que el entendimiento de algunas energías de tipo físico favorecen de inmediato el desarrollo intelectual y material del ser humano; pero entendamos que el ser humano primeramente es espíritu, e interactúa con los aspectos intelectual y material a través de la mente, y que este interactuar se expresa por medio de las emanaciones energéticas de pensamientos, sentimientos y emociones. Por lo tanto, comprender mejor las energías sutiles mencionadas, ayudará al desarrollo y crecimiento espiritual del ser humano.

    Los aspectos espirituales y de conciencia también deben cultivarse, porque el desarrollo del ser humano debe ser integral. Y esto es algo que la mayoría de los seres humanos no han atendido debidamente. En este contexto, es importante entender que el origen de toda creación material empieza con la proyección de nuestras energías mentales, emocionales y espirituales. Entonces, si percibimos un entorno desequilibrado, se debe a que en las personas existe un desequilibrio entre estas energías. La vida de cada ser humano debe tener un mayor equilibrio entre los aspectos espiritual, mental y físico para poder experimentar esa sensación de bienestar y plenitud a la que todos aspiramos.

    No hay duda de que la debida atención a nuestros aspectos espirituales, mentales y emocionales impulsa el desarrollo integral del ser humano, lo cual sea dicho de paso, es el objetivo del libro sagrado del Apocalipsis.

    La forma y manera en que percibimos y canalizamos estas energías depende de nuestra forma de pensar y esto a su vez depende de la estructuración de nuestra mente.

    ¡Nuestra estructura mental determina nuestras experiencias de vida!

    De hecho veremos que en el libro sagrado del Apocalipsis se hace énfasis en la reestructuración mental del ser humano para que pueda acceder a un nivel más pleno de conciencia y de realidad.

    PARA QUIÉN ES ESTE LIBRO.

    Este libro está escrito para la humanidad entera con quien de todo corazón deseo compartir mi experiencia y hallazgos. Y para aquellas personas que buscan y avanzan en el camino hacia el conocimiento de sí mismos, dando así gloria a nuestro Padre Eterno. A estos buscadores de lo eterno está dedicado en forma especial este libro. ¡Adelante!

    Para leer este libro se requiere una actitud proactiva, una mente abierta y un corazón bien dispuesto, cualidades que surgen en forma natural en aquellas personas que buscan con sinceridad un desarrollo en todos los ámbitos de su vida.

    Les aseguro que el mensaje que encontrarán en la interpretación bioenergética del Apocalipsis será en sumo satisfactorio y esperanzador, y les mostrará muchos detalles del proceso de concientización de sí mismos, tal como lo experimenta todo aquél que se responsabiliza de su propio proceso de santificación.

    BASE PARA ESTE ESTUDIO: EL AUTOCONOCIMIENTO.

    Para tener una buena base en la lectura de este libro, es importante primero reconocer nuestra naturaleza: Somos espíritu; seres espirituales enfundados en un cuerpo físico, el cual nos permite interactuar con el mundo material.

    Desafortunadamente muchas personas todavía se identifican únicamente con la parte física, pensando que son producto fortuito de las leyes naturales, y esto implica que para ellos sólo cuenta aquello a lo que pueden acceder con sus sentidos corporales; aunque existan en la experiencia diaria muchos fenómenos que les indiquen que hay algo más que sólo lo material. Y desgraciadamente, esta contradicción que se presenta en su mente la hacen a un lado, justificándose con más supuestos materialistas, creando de esta manera un círculo vicioso que sólo redunda en experiencias de muerte.

    Esta percepción errónea conduce al conformismo, la ceguera voluntaria, el estancamiento del desarrollo pleno y a un gran vacío interior, que ha llevado a la humanidad a un estado lamentable de degradación moral y de valores.

    ¡Imagínate! Todo el sufrimiento del mundo sólo por una percepción errónea de nosotros mismos al identificarnos sólo con nuestro cuerpo físico. ¡Qué garrafal equivocación!

    Esfuérzate amado lector, por reconocerte en tu esencia más profunda, la del espíritu; fuimos hechos a imagen y semejanza del Padre Eterno (Gén 1, 26); somos sus hijos, sus amados hijos. Esto es fundamental para tener una mayor conciencia de nosotros mismos.

    Cuando una persona se hace consciente de sí misma, tiene una percepción más sana y correcta de la vida. Se reconoce y se siente en todo momento y en toda circunstancia, de manera que disfruta de una nueva dimensión de libertad y autonomía que le permite decidir lo que desea experimentar y cómo lo quiere experimentar.

    Lo quieras reconocer o no, tú eres espíritu, y en primera instancia estás regido por leyes espirituales. Estas leyes te dan un gran poder: la decisión.

    PERCEPCIÓN: CÓMO NOS VEMOS Y CÓMO VEMOS NUESTRO ENTORNO.

    La mayoría de las personas piensan que las experiencias de vida son el resultado del azar, que no poseen control sobre ellas, y que la vida simplemente pasa de la manera en que tenga que pasar.

    Pero, analizando un poco podemos darnos cuenta que existe una relación entre lo que experimentamos como vida y lo que percibimos de ella. Y llegamos a la conclusión de que en todo momento, la experiencia de la vida depende de lo que percibimos, y en función de esta reciprocidad respondemos a la vida misma.

    Esto es importante entenderlo porque en muchas ocasiones una actitud negativa nos lleva a ser reactivos, o sea, a no pensar antes de actuar, lo que con frecuencia redunda en vivencias desagradables. Por el contrario si nos proponemos conscientemente empezar el día con una actitud positiva y la mantenemos a lo largo de este, experimentaremos un día más placentero.

    Por otro lado debemos entender que los actos de percibir y de responder en la vida, implican necesariamente emociones y sentimientos con los cuales valoramos las experiencias; si las emociones y sentimientos son agradables, decimos que nos va bien y en caso contrario decimos que nos va mal.

    Pero, ¿por qué ante una misma situación dos personas experimentan el momento de manera diferente?, es más, una persona dirá que fue buena experiencia y la otra podrá decir que fue una experiencia desagradable. ¿Qué hay dentro de cada persona que les induce a ver la misma experiencia de manera diferente?, la respuesta es: estructura mental, la cual está conformada por un intrincado enlace entre principios, valores, conocimientos y experiencias.

    Cuando hablamos de principios y valores debemos referirnos a valores y principios correctos en función de la naturaleza espiritual del ser humano que tiene como objetivo primordial en la vida la superación integral.

    Debemos tener en cuenta que no por el hecho de que un concepto o costumbre sea común en una sociedad, quiere decir que sea adecuado para el crecimiento integral de las personas. Cuando se tenga duda al respecto, debemos responder con objetividad y honestidad la siguiente pregunta: la práctica social de dicho concepto o costumbre ¿produce real satisfacción y crecimiento integral de las personas? Es decir, ¿experimentan un estado de real felicidad y satisfacción?

    Todas las personas manejamos escala de valores, la cual está basada en las creencias que tenemos sobre la vida misma; sin importar que esas creencias tengan fundamento probado o no. Esta escala de valores nos sirve como base para cotejar nuestros actos (pensamientos, palabras, obras u omisiones) y en función de ellos calificarnos a nosotros mismos, a las demás personas y a las situaciones, así como para valorar que tan grande o pequeña es la satisfacción que obtenemos de las experiencias cotidianas, y en fin, de la vida misma.

    La estructura de nuestra mente, también se va conformando de acuerdo a las funciones específicas de nuestro cerebro. El cual está formado en su parte externa por dos hemisferios, que se encargan del procesamiento de la información que recibimos a cada instante. Y las respuestas que damos ante diferentes estímulos ocasionados por la información recibida dependen del procesamiento de dicha información en cada hemisferio y del grado de interacción entre ambos. Según varias investigaciones sobre el funcionamiento del cerebro, se sabe que cada hemisferio procesa la información de manera diferente y que en circunstancias específicas puede haber prevalencia de un hemisferio sobre el otro.

    Tabla 1. Características de los hemisferios cerebrales

    Nuestros pensamientos y emociones crean nuestra percepción y nuestra percepción crea nuestra experiencia. El libre albedrío es tu derecho, tú eliges que experiencias quieres vivir.

    Permítete unos momentos para reflexionar sobre las siguientes preguntas:

    ¿Cómo percibes el mundo que te rodea? ¿Desde qué perspectiva comprendes el mundo? ¿Cuáles son los fundamentos que usas para interpretarlo? ¿Es así como lo quieres experimentar? ¿Qué tan consciente eres de tu participación en la creación de estas experiencias?

    ¿Eres consciente de que nuestra actitud como humanidad es esencialmente egoísta, y qué esta actitud nos ha llevado a esta proyección de vida que hoy vivimos en el mundo?

    ¿Te has dado cuenta que este sistema de vida que el hombre ha creado, produce mucho sufrimiento y que la mayoría de las personas sólo siguen ciegamente patrones conductuales impuestos, creando círculos viciosos?

    Y me refiero a patrones impuestos, porque han sido inoculados sutilmente y poco a poco en las mentes de las personas, transfiriéndose de generación en generación, en base a directrices establecidas por medio de las instituciones creadas para resguardar y regular cada aspecto de los diferentes ámbitos de la vida humana (moral, religioso, cultural, económico, político, etc.).

    Y no estoy diciendo que los patrones mentales deban ser estáticos, de ninguna manera. La mente humana evoluciona y se desarrolla todo el tiempo, pero dicha evolución debe ser dirigida con un objetivo claro y bien definido: la verdadera felicidad del ser humano.

    La educación que se nos da desde la más temprana infancia tiene un fuerte fundamento en el miedo y sutilmente se condiciona nuestra mente para reaccionar en función a éste. Miedo a no ser aceptados, de no ser como los demás quieren que seamos o tan buenos como se espera de nosotros, etc. Esto nos lleva a una tendencia catastrofista en la percepción de la vida. Como humanidad tenemos mucho que corregir para crear y desarrollar nuevas generaciones de seres humanos que respondan a la vida en función de valores y principios basados en el amor.

    Sobre todo ahora, que en muchos aspectos de la vida se percibe un alto nivel de desorden y anarquía, ¡y se cree que eso es lo normal y correcto!, sin darse cuenta que estas creencias ocasionan más sufrimiento.

    Por ejemplo, mucha gente cree que abortar está bien, aduciendo aspectos de carácter material o conceptual, pero en sí, ¡no tienen idea de las consecuencias a nivel espiritual y emocional que este acto provoca! tanto para los padres como para la criatura.

    Entendamos que en éste y muchos otros ejemplos, como sociedad queremos resolver problemas haciendo un hoyo para tapar otro.

    Las personas tienden desde sus primeros años a sostener su existencia en base a patrones mentales que en muchos aspectos son equivocados y altamente dañinos (desde la perspectiva del desarrollo espiritual), creando de esta manera adultos acomplejados, con patrones de pensamiento basados en el miedo, en la carencia y en la culpa, generando con esto círculos viciosos donde el ser humano se hunde cada vez más; si aunado a esto, la persona no aprende a ser analítico y responsable de sí mismo, difícilmente se dará cuenta que vive en un error, y de esta manera sólo se perpetúan las experiencias de sufrimiento que hoy pueden parecernos tan normales y parte de la vida misma.

    Y es debido a un pobre desarrollo de la conciencia y espiritualidad humana que se han visto a través del tiempo personas que no reparan en causar daño y dolor a otros seres humanos con tal de alcanzar sus mezquinos objetivos. Es decir que, estas personas han actuado en función de desordenes mentales y espirituales, generados en ellos desde su más temprana infancia; y cuando una de estas personas ha ocupado un puesto de dirección y poder sólo proyectan esos mismos desordenes causando sufrimiento a mucha gente.

    Por otra parte, es alentador y esperanzador el hecho de que afortunadamente para la humanidad, existen hoy en día personas muy equilibradas y con una alta calidad humana que nos invitan a proyectarnos en la vida como lo que somos: Hijos de Dios.

    No se trata de justificar nada, ni de condenar a nadie, sólo se trata de tomar conciencia de quién hemos sido hasta ahora, quién podemos ser, quienes estamos llamados a ser y más aún quienes somos en esencia.

    Cada uno de nosotros estamos proyectando constantemente bioenergías que son pensamientos, emociones y sentimientos que se ven reflejados en todo momento en nuestra actitud hacia nosotros mismos, hacia nuestros semejantes, hacia nuestro entorno.

    Pero, ¿qué proyectamos? ¿Qué son esas bioenergías emanadas?

    Como ya se mencionó anteriormente, debido a nuestra naturaleza en todo momento estamos emanando hacia el entorno pensamientos, sentimientos y emociones. Como parte de esas emanaciones o proyecciones van nuestros miedos, frustraciones, traumas, ansiedad, anhelos, deseos, preocupaciones, y en fin, nuestras expectativas del momento.

    Es decir que emanamos por una parte todo aquello que nos hace sentir bien y que reconocemos como aspectos correctos y hasta sublimes; y por otro lado también emanamos los aspectos de nuestra personalidad que intuimos como obstáculos para nuestro desarrollo espiritual y bienestar en general.

    Además de ser emanadores, cada uno de nosotros actuamos también como antenas receptoras, y percibimos constantemente las emanaciones de las personas que nos rodean, aunque no seamos conscientes de ello.

    Cada uno somos responsables de lo que experimentamos. Todos sin excepción somos los creadores de nuestro entorno, y esto es literal. El proceso creativo empieza con el pensamiento recurrente, y de ahí hasta que lo experimentamos tanto en el ámbito interno como en el externo de nuestra persona. Por esta razón lo que vemos que pasa en el mundo, ya sea que lo consideremos correcto o incorrecto lo hemos generado los seres humanos y sin excepción todos hemos participado en ello.

    Ésta última idea parece a primera vista injusta para alguien que tal vez diga yo no soy responsable de los asesinatos o de los robos, etc.. Todos formamos parte de la humanidad, somos parte de una gran humanidad, entonces pregúntate, ¿cómo contribuyes a su desarrollo y a su degradación?, pues no necesitas tomar un arma en la mano para participar de la muerte de alguien.

    Reconoce tus emanaciones energéticas destructivas como tus odios, rencores, deseos de venganza y también tus emanaciones energéticas creativas como las de amor, de concordia, de justicia, etc. Porque en la medida en que nos hagamos más conscientes de estas emanaciones bioenergéticas, podemos crear una percepción de nuestro entorno inmediato y del mundo desde donde nos será más fácil contribuir al desarrollo y bienestar de nosotros mismos y de la humanidad.

    Nota: Cuando el lector vea la palabra sistema, se debe entender que me refiero al sistema de vida creado por el hombre en función de los patrones mentales en los que cree y con los que se rige.

    UNA HERRAMIENTA PARA VOLVER A NUESTRA ESENCIA: LA BIBLIA.

    Todos los seres humanos buscamos experimentar una vida feliz, abundante, saludable, segura, próspera; es decir, plena en todo sentido.

    Sin embargo la experiencia cotidiana de muchas personas nos muestra que esto no es así, ya sea por errores de percepción personales, como sociedad e incluso como humanidad.

    La raíz de esta situación, es que como humanidad queremos vivir como si Dios no existiera, y una decisión de esta magnitud tiene una consecuencia proporcional que equivale a la experiencia de infelicidad, vacio y carencia. ¡Como humanidad pretendemos vivir separados de nuestro Creador!

    Un análisis más profundo, nos lleva a entender que por nuestra propia naturaleza espiritual no es posible estar separados de Dios que es omnipresente y que por lo tanto lo abarca todo y está en todo, ¿Cómo es posible estar fuera de Él? Querernos aferrar a esta idea es lo que nos causa sufrimiento.

    Si ponemos un poco de atención, podemos sentir dentro de nosotros un llamado a despertar de nuestros sueños (o pesadillas) y nuestra naturaleza espiritual nos impulsará a emprender el camino de vuelta a la casa paterna.

    Ciertamente existen muchas maneras de recorrer los caminos para el regreso y de hecho, para cada uno hay un camino personalizado en la mente de nuestro Padre Dios, quien en su amor infinito nos deja la clave para lograr nuestro desarrollo completo y total: La Biblia, la guía para el retorno.

    Jesús nos dejó la certeza de la providencia del Padre cuando dijo: Y si aun ustedes que son imperfectos saben dar buenas dadivas a sus hijos, cuanto más les dará su Padre Eterno que es perfecto (Mt 7, 11).

    El camino de retorno al Padre ya está trazado; Jesús el Cristo lo ha dejado indicado para que sea más fácil (Jn 14, 6); y así, dejar la percepción equivocada que manejamos como normal en este mundo, y de esta manera podamos reconocernos en la verdadera dimensión y esencia que está en nosotros.

    El camino de regreso se convierte entonces, en un proceso de auto reconocimiento, de que estamos en Dios y Dios está en nosotros.

    En la Biblia tenemos un compendio de libros sagrados, que pueden ayudar a reencontrarnos con esa esencia divina que es una herencia sagrada, y que por desgracia no hemos sabido vivir. ¡De lo que nos hemos perdido!

    El mensaje de la Biblia es un mensaje de amor, vasto, sublime y directo, del Padre Eterno a cada uno de sus hijos.

    La palabra ahí escrita es un mensaje personal, ya que habla a cada persona que la lee en forma particular de acuerdo a su nivel de conciencia y además de acuerdo también a su situación particular. Es a la vez un mensaje para la humanidad donde se muestra un camino a seguir conjuntamente por todos los seres humanos.

    Recordemos que la palabra de Dios es eterna y se propaga a través de los tiempos, de los espacios, de las personas, de los pueblos y de las generaciones; tocando e iluminando a cada uno en particular y también a grupos pequeños y grandes, según se requiera.

    PARA OBTENER UN MAYOR PROVECHO DE LA PALABRA ETERNA.

    Muchas personas nos hemos encontrado con el conflicto interno de creer en un Dios castigador que percibimos en muchos versículos, en especial del antiguo testamento y el Dios de amor que nuestra alma anhela encontrar y que fue expresado y mostrado por Jesucristo en el nuevo testamento.

    Esto se debe a varios factores, entre ellos a la transmisión de conocimientos rudimentarios en muchos casos equivocados, de religiosidad popular; por otro lado tenemos una preparación religiosa deficiente y llena de dogmatismos y un escaso conocimiento de la Biblia, pero principalmente solemos tener una actitud cómoda y apática ante el llamado de crecimiento espiritual que nuestra naturaleza como hijos de Dios nos reclama.

    Todas estas circunstancias dan como resultado que la humanidad viva con un miedo inconsciente hacia Dios y su avance espiritual sea más pesado y lento. Y en esta percepción torcida, el respeto a Dios se expresa por miedo no por amor y los asuntos del alma parecen cada vez más extraños.

    El respeto a Dios debe tener su fundamento en nuestra respuesta amorosa a su Amor de Padre.

    Aún me sorprende cuando gente que se dice muy preparada en el conocimiento de Dios, enseña a un dios que castiga, ya que en esencia eso no concuerda con la idea de un Dios de amor; y además, esto en términos profundos, es una blasfemia.

    Yo creo firmemente en un Dios de Amor, que ama a cada uno de sus hijos en forma particular, ¿cómo puede ser de otra manera?

    Para encontrar al Dios de Amor que ansía nuestro corazón, es precisamente el AMOR la lente bajo la cual debemos estudiar y entender el mensaje Bíblico, aun en aquellos pasajes donde en apariencia se nos muestra lo contrario.

    Un buen amigo me enseñó algo muy práctico:

    Si algún versículo, analizado en profundidad, no nos deja la sensación de habernos acercado al Dios de Amor, entonces está mal interpretado.

    Tenemos que entender al amor como esa proyección en todos los actos de la vida que nos lleva al crecimiento espiritual como hijos e hijas del Padre Eterno; y esto conlleva asumir y vivir un concepto y valor de vida que se llama Responsabilidad.

    La Biblia debe verse siempre, desde el primero hasta el último libro, con la directriz de que el crecimiento espiritual es primera e intransferiblemente, responsabilidad de cada persona. Por parte de la vida tendremos todo lo necesario para esta tarea.

    Para el desarrollo espiritual es esencial una actitud auto-responsable

    ¡Y esto implica que ya no podemos culpar a nadie por ser mediocres como seres humanos!

    Recuerda, en la Biblia hay un mensaje de Amor para ti. Aprende estudiarla sin la lente del miedo.

    EL LIBRO SAGRADO DEL APOCALIPSIS.

    Con respecto a los libros de la Biblia, hay uno que en especial causa una fuerte atracción y una curiosidad a veces morbosa, el libro sagrado del Apocalipsis.

    Hasta ahora, el público en general tiene la percepción de que el libro del Apocalipsis es un libro oscuro en cuanto a su contenido, difícil de entender, misterioso y hasta con contenido catastrófico, debido al poco conocimiento que se tiene de él como género literario.

    La simbología allí utilizada se presenta inaccesible casi en su totalidad, y es precisamente por su alto contenido simbólico que se presta a las interpretaciones más variadas, y muchas veces erróneas.

    En muchos grupos religiosos se maneja la idea general de que el libro sagrado del Apocalipsis encierra un mensaje de amor y de esperanza, lo cual es correcto; esta visión está basada en el contenido general de la historia allí contada, donde al final el bien triunfa. Pero en cuanto a los detalles del contenido de toda la historia se dice muy poco, lo cual deja una sensación de vacío.

    Desafortunadamente, existen otros grupos religiosos que sólo usan este libro en el aspecto catastrófico y de castigo; en sus folletos propagandísticos empiezan a hablar de un Dios amoroso y en seguida comienzan a amenazar a las personas con castigos terribles, poniéndose ellos como la única tabla de salvación. Debemos tener claro que esta actitud religiosa es muy dañina para el crecimiento espiritual.

    Por otro lado, los grandes eruditos en el tema del Apocalipsis, dentro de su gran conocimiento, no lo han podido transmitir en forma asequible para el gran público. Evidentemente no es un tema fácil de tratar. Por lo anterior y partiendo del hecho de que la palabra Apocalipsis significa revelación, cabe preguntarnos ¿cuál es el mensaje qué se nos quiere revelar?

    Nota: Es importante resaltar que el libro del Apocalipsis tiene la característica de ser cíclico en la exposición de algunas imágenes lo cual nos da la impresión de que hay partes que se repiten, pero ante esto debemos considerar que el proceso de evolución espiritual presenta una estructura en espiral, por eso, el libro del Apocalipsis nos muestra que conforme se avanza en el desarrollo espiritual se vuelven a tocar los mismos aspectos pero con un mayor nivel de conciencia.

    UNA MANERA DE INTERPRETAR EL APOCALIPSIS.

    El apocalipsis es un género literario que se utilizó frecuentemente en la cultura hebrea, en situaciones críticas donde se pretendía que un mensaje prevaleciera sin ser destruido. El Apocalipsis como género utiliza símbolos dentro de una estructura metafórica, y es lógico pensar que en cada época han existido personas capacitadas para traducir y transmitir el mensaje a los demás. En algunos casos como en el libro de la Biblia, el simbolismo puede llegar a ser muy complejo lo que complica la tarea de su interpretación. Y

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