Las Flores del Mal
()
Información de este libro electrónico
Charles Pierre Baudelaire (1821-1867) fue un poeta, crítico de arte y traductor francés.
Charles Baudelaire
Charles Baudelaire (1821–1867) was a French poet who also produced notable work as an essayist and art critic. His poems exhibit mastery in the handling of rhyme and rhythm, contain an exoticism inherited from Romantics, but are based on observations of real life. His most famous work, a book of lyric poetry titled Les Fleurs du Mal (The Flowers of Evil), expresses the changing nature of beauty in the rapidly industrializing Paris during the mid-nineteenth century. Baudelaire’s highly original style of prose-poetry influenced a whole generation of poets including Paul Verlaine, Arthur Rimbaud, and Stéphane Mallarmé, among many others. He is credited as the first Modernist and believed to have coined the term modernity (modernité) to designate the fleeting, ephemeral experience of life in an urban metropolis, and the responsibility of artistic expression to capture that experience.
Lee más de Charles Baudelaire
50 Clásicos que Debes Leer Antes de Morir: Tu Pasaporte a los Tesoros de la Literatura Universal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones50 Clásicos que Debes Leer Antes de Morir: Un viaje literario por los tesoros de la literatura universal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas flores del mal (Austral Básicos) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las flores del mal: Biblioteca de Grandes Escritores Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Relacionado con Las Flores del Mal
Libros electrónicos relacionados
Las flores del mal: Clásicos de la literatura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Todos y cada uno Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesChile en haiku Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Un héroe de nuestro tiempo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Ariel Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas Obras de Franz Kafka: Biblioteca de Grandes Escritores Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una cena muy original Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas Flores del Mal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa importancia de discutirlo todo: El crítico como artista (II) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El aventurero Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos de tatuajes: Una antología de tinta (1882-1952) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Otra vuelta de tuerca Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos completos en prosa y verso Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Sonetos: Versión de Martín Casillas de Alba Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMadame Bovary: Clásicos de la literatura Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHuracanes Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Madame Bovary: Biblioteca de Grandes Escritores Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAstronomía al aire III Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHoracio Quiroga, sus mejores cuentos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPequeños poemas en prosa Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesManeras de no hacer nada Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Colección de Franz Kafka: Clásicos de la literatura Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCarta del país azul y otros cuentos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMáximas y pensamientos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones7 mejores cuentos de James Joyce Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos mejores cuentos de Antón Chéjov: El maestro del relato corto Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras - Colección de Franz Kafka: Biblioteca de Grandes Escritores Calificación: 2 de 5 estrellas2/5El lado oscuro del corazón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesProsas Calificación: 3 de 5 estrellas3/5
Ficción general para usted
Crimen y castigo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Divina Comedia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La milla verde (The Green Mile) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La matriz del destino: El viaje de tu alma Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Soy toda oídos Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Collide Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El mito de Sísifo de Albert Camus (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Años de perro Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEstoy bien Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEsposa por contrato Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Pedro Páramo de Juan Rulfo (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Vaya vaya, cómo has crecido Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La insoportable levedad del ser Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas gratitudes Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una familia moderna Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Cómo habla un líder?: Manual de oratoria para persuadir audiencias Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Ciudad Láser Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Jerusalén. Caballo de Troya 1 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Dama azul (The Lady in Blue): Novela Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La próxima vez que te vea, te mato Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Colección de Edgar Allan Poe: Clásicos de la literatura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Arsène Lupin. Caballero y ladrón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Sólo era sexo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Yo, el Gato Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNo estás en la lista Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa baraja española Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSanta Biblia - Reina-Valera, Revisión 1909 (Con Índice Activo): Biblioteca de Grandes Escritores Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las vírgenes suicidas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Largas noches de lluvia Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Demian Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Categorías relacionadas
Comentarios para Las Flores del Mal
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Las Flores del Mal - Charles Baudelaire
Charles Baudelaire
Las flores del mal
(texto completo, con índice activo)
Título original: Les Fleurs du mal (1857)
e-artnow, 2013
ISBN 978-80-268-0299-0
Índice
AL LECTOR
SPLEEN E IDEAL
Bendición
EL ALBATROS
ELEVACIÓN
CORRESPONDENCIAS
(YO AMO EL RECUERDO…)
LOS FAROS
LA MUSA ENFERMA
LA MUSA VENAL
EL MAL MONJE
EL ENEMIGO
EL DE LA MALA SUERTE (El artista ignorado.)
LA VIDA ANTERIOR
CARAVANA DE GITANOS
EL HOMBRE Y EL MAR
DON JUAN EN LOS INFIERNOS
CASTIGO DEL ORGULLO
LA BELLEZA
EL IDEAL
LA GIGANTA
LA MASCARA
HIMNO A LA BELLEZA
PERFUME EXÓTICO
LA CABELLERA
(YO TE ADORO…)
(TU PONDRÍAS AL UNIVERSO ENTERO…)
SED NON SATIATA
(CON SU VESTIMENTA…)
LA SERPIENTE QUE DANZA
UNA CARROÑA
DE PROFUNDIS CLAMAVI
EL VAMPIRO
(UNA NOCHE…)
REMORDIMIENTO POSTUMO
EL GATO
DUELLUM
EL BALCÓN
EL POSESO
UN FANTASMA
(YO TE DOY ESTOS VERSOS…)
SEMPER EADEM
TODA INTEGRA
(QUE DIRÁS ESTA NOCHE…)
LA ANTORCHA VIVIENTE
REVERSIBILIDAD
CONFESIÓN
EL ALBA ESPIRITUAL
ARMONÍA DE LA TARDE
EL FRASCO
EL VENENO
CIELO ENCAPOTADO
EL GATO
EL HERMOSO NAVIO
LA INVITACIÓN AL VIAJE
LO IRREPARABLE
PLATICA
CANTO DE OTOÑO
A UNA MADONA (Ex-voto a la manera española)
CANCIÓN DE LA TARDE
SISINA
FRANCISCAE MEAE LAUDES (Versos compuestos para una modista erudita y devota)
A UNA DAMA CRIOLLA
MOESTA ET ERRABUNDA
EL ESPECTRO
SONETO OTOÑAL
TRISTEZAS DE LA LUNA
LOS GATOS
LOS BUHOS
LA PIPA
LA MÚSICA
SEPULTURA
UN GRABADO FANTÁSTICO
EL MUERTO ALEGRE
EL TONEL DEL ODIO
LA CAMPANA RAJADA
SPLEEN
SPLEEN
SPLEEN
SPLEEN
OBSESIÓN
EL GUSTO DE LA NADA
ALQUIMIA DEL DOLOR
HORROR SIMPÁTICO
EL HEOTONTIMORUMENOS
LO IRREMEDIABLE
EL RELOJ
CUADROS PARISIENSES
PAISAJE
EL SOL
A UNA MENDIGA PELIRROJA
EL CISNE
LOS SIETE ANCIANOS
LAS VIEJECITAS
LOS CIEGOS
A UNA TRANSEÚNTE
EL ESQUELETO LABRADOR
CREPÚSCULO VESPERTINO
EL JUEGO
DANZA MACABRA
EL AMOR DE LA MENTIRA
(YO NO HE OLVIDADO…)
(A LA CRIADA…)
BRUMAS Y LLUVIAS
SUEÑO PARISIENSE
EL CREPÚSCULO MATUTINO
EL VINO
EL ALMA DEL VINO
EL VINO DE LOS TRAPEROS
EL VINO DEL ASESINO
EL VINO DEL SOLITARIO
EL VINO DE LOS AMANTES
FLORES DEL MAL
LA DESTRUCCIÓN
UN MÁRTIR (Dibujo de un maestro desconocido)
MUJERES CONDENADAS
LAS DOS BUENAS HERMANAS
LA FUENTE DE SANGRE
ALEGORÍA
LA BEATRIZ
UN VIAJE A CITEREA
EL CUPIDO Y EL CRÁNEO
REBELIÓN
EN RENIEGO DE SAN PEDRO
ABEL Y CAÍN
LAS LETANÍAS DE SATÁN
LA MUERTE
LA MUERTE DE LOS AMANTES
LA MUERTE DE LOS POBRES
LA MUERTE DE LOS ARTISTAS
EL FINAL DE LA JORNADA
EL SUEÑO DE UN CURIOSO
EL VIAJE
AL POETA IMPECABLE
Al perfecto mago de las letras francesas
A mi muy querido y muy venerado
Maestro y amigo
THEOPHILE GAUTIER
Con los sentimientos
de la más profunda humildad
Yo dedico
Estas flores malsanas.
Ch. B.
AL LECTOR
La necedad, el error, el pecado, la tacañería,
Ocupan nuestros espíritus y trabajan nuestros cuerpos,
Y alimentamos nuestros amables remordimientos,
Como los mendigos nutren su miseria.
Nuestros pecados son testarudos, nuestros arrepentimientos cobardes;
Nos hacemos pagar largamente nuestras confesiones,
Y entramos alegremente en el camino cenagoso,
Creyendo con viles lágrimas lavar todas nuestras manchas.
Sobre la almohada del mal está Satán Trismegisto
Que mece largamente nuestro espíritu encantado,
Y el rico metal de nuestra voluntad
Está todo vaporizado por este sabio químico.
¡Es el Diablo quien empuña los hilos que nos mueven!
A los objetos repugnantes les encontramos atractivos;
Cada día hacia el Infierno descendemos un paso,
Sin horror, a través de las tinieblas que hieden.
Cual un libertino pobre que besa y muerde
el seno martirizado de una vieja ramera,
Robamos, al pasar, un placer clandestino
Que exprimimos bien fuerte cual vieja naranja.
Oprimido, hormigueante, como un millón de helmintos,
En nuestros cerebros bulle un pueblo de Demonios,
Y, cuando respiramos, la Muerte a los pulmones
Desciende, río invisible, con sordas quejas.
Si la violación, el veneno, el puñal, el incendio,
Todavía no han bordado con sus placenteros diseños
El canevás banal de nuestros tristes destinos,
Es porque nuestra alma, ¡ah! no es bastante osada.
Pero, entre los chacales, las panteras, los podencos,
Los simios, los escorpiones, los gavilanes, las sierpes,
Los monstruos chillones, aullantes, gruñones, rampantes
En la jaula infame de nuestros vicios,
¡Hay uno más feo, más malo, más inmundo!
Si bien no produce grandes gestos, ni grandes gritos,
Haría complacido de la tierra un despojo
Y en un bostezo tragaríase el mundo:
¡Es el Tedio! — los ojos preñados de involuntario llanto,
Sueña con patíbulos mientras fuma su pipa,
Tú conoces, lector, este monstruo delicado,
—Hipócrita lector, —mi semejante, — ¡mi hermano!
1855.
SPLEEN E IDEAL
I
Bendición
Cuando, por un decreto de las potencias supremas,
El Poeta aparece en este mundo hastiado,
Su madre espantada y llena de blasfemias
Crispa sus puños hacia Dios, que de ella se apiada:
—"¡Ah! ¡no haber parido todo un nudo de víboras,
Antes que amamantar esta irrisión!
¡Maldita sea la noche de placeres efímeros
En que mi vientre concibió mi expiación!
Puesto que tú me has escogido entre todas las mujeres
Para ser el asco de mí triste marido,
Y como yo no puedo arrojar a las llamas,
Como una esquela de amor, este monstruo esmirriado,
¡Yo haré rebotar tu odio que me agobia
Sobre el instrumento maldito de tus perversidades,
Y he de retorcer tan bien este árbol miserable,
Que no podrán retoñar sus brotes apestados!"
Ella vuelve a tragar la espuma de su odio,
Y, no comprendiendo los designios eternos,
Ella misma prepara en el fondo de la Gehena
Las hogueras consagradas a los crímenes maternos.
Sin embargo, bajo la tutela invisible de un Ángel,
El Niño desheredado se embriaga de sol,
Y en todo cuanto bebe y en todo cuanto come,
Encuentra la ambrosia y el néctar bermejo.
El juega con el viento, conversa con la nube,
Y se embriaga cantando el camino de la cruz;
Y el Espíritu que le sigue en su peregrinaje
Llora al verle alegre cual pájaro de los bosques.
Todos aquellos que él quiere lo observan con temor,
O bien, enardeciéndose con su tranquilidad,
Buscan al que sabrá arrancarle una queja,
Y hacen sobre El el ensayo de su ferocidad.
En el pan y el vino destinados a su boca
Mezclan la ceniza con los impuros escupitajos;
Con hipocresía arrojan lo que él toca,
Y se acusan de haber puesto sus pies sobre sus pasos.
Su mujer va clamando en las plazas públicas:
"Puesto que él me encuentra bastante bella para adorarme,
Yo desempeñaré el cometido de los ídolos antiguos,
Y como ellos yo quiero hacerme redorar;
¡Y me embriagaré de nardo, de incienso, de mirra,
De genuflexiones, de viandas y de vinos,
Para saber si yo puedo de un corazón que me admira
Usurpar riendo los homenajes divinos!
Y, cuando me hastíe de estas farsas impías,
Posaré sobre él mi frágil y fuerte mano;
Y mis uñas, parecidas a garras de arpías,
Sabrán hasta su corazón abrirse un camino.
Como un pájaro muy joven que tiembla y que palpita,
Yo arrancaré ese corazón enrojecido de su seno,
Y, para saciar mi bestia favorita,
¡Yo se lo arrojaré al suelo con desdén!"
Hacia el Cielo, donde su mirada alcanza un trono espléndido,
El Poeta sereno eleva sus brazos piadosos,
Y los amplios destellos de su espíritu lúcido
Le ocultan el aspecto de los pueblos furiosos:
—"Bendito seas, mi Dios, que dais el sufrimiento
Como divino remedio a nuestras impurezas
Y cual la mejor y la más pura esencia
¡Que prepara los fuertes para las
