Serafina Núñez

Por Osman Aviles

El silencio editorial de Serafina Núñez, durante casi cuatro décadas, mezcla de reivindicación y personalidad poética, continúa siendo motivo de curiosidad y debate, dentro y fuera del marco de la literatura cubana del siglo XX. Estas páginas recogen la verdad de la autora de "Vigilia y secreto", quien se codeara en su momento, con personalidades de la literatura universal, como Juan Ramón Jiménez, Gabriela Mistral, Luis Alberto Sánchez, entre otros. Es un ensayo de nuestros tiempos a la vez que una deuda espiritual de su autor: biografía, crítica literaria, testimonio, entrevista, realizado por el que fuera el más joven amigo de Núñez y quien asegura, agradecido, que para la amistad no existe límite de edades.

• Idioma: Español
• Editorial: Armando Nuviola, Sr
• Fecha de lanzamiento: 7 jun 2015
• ISBN: 9781311623294

Osman Aviles

Osmán Avilés (La Habana, 1979). Autor de una peculiar obra ensayística alrededor de la poética escrita por mujeres cubanas. Licenciado en Pedagogía en la especialidad de Español-Literatura en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona. Graduado de Diplomado en Teoría, Historia y Práctica de la Creación Poética. Tiene publicados: Pilares de un reino. Una incursión por la obra de Dulce María Loynaz (Ediciones Extramuros, 2008); es antólogo y prologuista del libro Sonetos escogidos de Serafina Núñez (Editorial Oriente, 2009) y de la antología El manto de mi virtud. Poesía cubana y uruguaya del siglo XXI, (Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay, Universidad del Trabajo del Uruguay y Editorial Letras Cubanas, Montevideo, 2011) junto con el uruguayo Alfredo Coirolo; asimismo, es autor de Los extraños monzones (Ediciones Extramuros, 2011) y del poemario La persistencia de los fragmentos (Ministerio de Relaciones Exteriores y Universidad del Trabajo del Uruguay, Montevideo, 2011).

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INTRODUCIÓN

CAPÍTULO 1

BOSQUEJO BIOBIBLIOGRÁFICO DE LA AUTORA DE MAR CAUTIVA

CAPÍTULO 2

UNIVERSO POÉTICO DE LA ESPERADORA CUBANA

LOS INICIOS DE SU CARRERA LITERARIA

LA POESÍA DE SERAFINA NÚÑEZ

EL AMOR… MOTIVO DE INSPIRACIÓN

LA DÉCIMA SERAFINIANA

CAPÍTULO 3

LA ACOGIDA DE SUS VERSOS Y TIEMPO DORMIDOS

EN MI CORAZÓN ESOS VERSOS TUYOS

EN PURA NIEVE DERRAMADO ORO

CON RUMBO CIERTO A PUERTO VISLUMBRADO

CAPÍTULO4

ESTATURA POÉTICA DE SERAFINA NÚÑEZ

CAPÍTULO 5

PERO, ¿QUÉ SUCEDIÓ ANTES DEL OSTRACISMO?

RELACIÓN CON INTELECTUALES

PINTORES DE LA VANGUARDIA

OPINIÓN DE INTELECTUALES

CAPÍTULO 6

VOLUNTAD FEMENINA Y LÍRICA: UN ROSTRO POSIBLE

GENERALIDADES SOBRE FEMINISMO Y GÉNERO

LA FIGURA DE SERAFINA NÚÑEZ:

CONSIDERACIONES (FINALES) ACERCA DE LA LÍRICA

CAPÍTULO 7

LA BELLA CUBANA

ENCUENTROS CON SERAFINA NÚÑEZ

VIVIR SOÑANDO

CAPÍTULO 8

ENTREVISTA CON LA ESCRITORA SERAFINA NÚÑEZ

ICONOGRAFÍA

BIBLIOGRAFÍA

PRÓLOGO

LA HERENCIA VIVA DE LA POESÍA

En la cultura cubana, una de las manifestaciones artísticas más rica y profunda es la poesía. Quien la visita en detalle, sin prejuicios, contemplándola en el tiempo, sin contentarse con esas escuálidas muestras que usualmente se presentan de nuestros clásicos, escudriñando a los poetas menos transitados, brincando los estereotipos críticos, engendrados muchas veces en la manipulación histórica de las tendencias, se asombra de la abundancia y calidad de lo producido en apenas dos siglos de creciente conciencia nacional. No venimos del seno de los tiempos, como la antigua poesía china que tiene un ejercicio de milenios, una delicadísima y práctica cosmogonía y una afinación instrumental portentosa; ni venimos de un espacio reconcentrado e invasor, como el de la poesía occidental, que ha compuesto con coloridas teselas un friso industrioso que se mira a sí mismo como esencialista y universal. Poesía de un pueblo pequeño, pobre, recién creado, que aún procura una integración más apretada y extensa, que contempla desde su nuez el mundo y la evoca desde cualquier confín, el sensible mosaico creado por nuestros poetas resulta ser verdaderamente admirable cuando se sostiene íntegro ante los ojos de quienes entran con amor en su bosque de símbolos.

Si bien es difícil abstraer con nitidez los rasgos de su unidad diacrónica, dada su fluyente diversidad, el hecho que en cada fase una manera haya sido hegemónica ha facilitado la imagen crítica e historiográfica de una sólida secuencia coherente. Pero desde el punto de vista sincrónico, cuando el análisis es desprejuiciado y justo, se evidencia su indestructible diversidad tanto ayer como hoy. La dialéctica entre lo idéntico y lo disímil gobierna su complejo proceso de representación del mundo interior. Como quien entra en una esfera, cualquier vector de la superficie puede llevar al núcleo si se es consecuente con el impulso hermenéutico, las posibilidades de exploración resultan cuantiosas desde diferentes ángulos, mucho aún cuando un alto número de ellas permanecen vírgenes, dada la visualidad implícita en la crítica que la imagina como una franja de cúspides sucesivas según imponen en su teleología las tendencias triunfantes. A pesar de excepcionales abordajes de conjunto realizados, la poesía cubana demanda pródigos y distintos abordajes abstractos que tengan como núcleo discursivo su lógica interna, así como también una abundante búsqueda rizomática de sus ambientes generadores y figuras menos conocidas, en los que la noticia histórico/biográfica no se encuentre huérfana de la anchurosa y delgada penetración estilística.

En la heterogeneidad de posturas que caracteriza a la poesía cubana al menos dos puntos extremales, entre otros muchos, son bien visibles: el inmediatismo y el trascendentalismo. Ambos extremos poseen riqueza de matices y, de uno al otro se alarga una complicada escala de variantes. Los poetas, los críticos, los investigadores, los ideólogos estéticos de cada tendencia escogen a qué posición dinámica incorporarse y desde qué niveles de continuidad o ruptura. Es posible, por ello, encontrar, más allá de las ilaciones hegemónicas, bolsones historiográficos o críticos que realzan y atesoran áreas y figuras aparentemente periféricas o de visibilidad disminuida. La utilidad de esta labor es enorme, porque puede salvar de la sintaxis triunfante otros modos constructivos y estimativos que, o no, ocuparon zonas de legitimación priorizada o las ocuparon y fueron desalojados en el abrupto traspaso de los poderes simbólicos. Resulta verdaderamente plausible cualquier tentativa que confirme la pluralidad y complejidad del campo que algunos ideólogos interesados quisieran ver descritos con menos alejamiento implícito de sus propios relatos, considerados como los legítimos por una supuesta coherencia evolutiva de la totalidad creadora, en sentido diacrónico y sincrónico.

Dentro de la vertiente trascendentalista, que no sólo es la poesía origenista aunque ella la magnifique y acendre, hay siempre, a través del discurso imaginativo cubano, un notorio zarcillo de búsqueda hacia la espiritualidad coronada con la delicadeza absoluta. Si cruza lo inmediato es para volar hacia lo evanescente y, a la primera espolada de la intuición, entra en zonas de acristalado fuego, de aire abrillantado y coloca al lenguaje en ámbitos de fricción gloriosa atravesándolo de una vigorosa delgadez. A veces en este chispeo trópico hacia lo celeste conserva la reciedumbre sintáctica, pero en la mayoría de las ocasiones, como lo reclama su impronta subjetiva, quiebra predicados y nominaliza con profusión, o sustantiva epítetos sutiles, o emocionaliza ascensionalmente lo real convocado. A partir de nuestro segundo romanticismo este trascendentalismo de lo sutil emocional ha permanecido de forma heroica en nuestra imaginación poética y atraviesa sectores modernistas, posmodernistas, de la poesía pura, de la poesía neorromántica, de la poesía origenista… Como nuestros investigadores poseen, esencialmente, una mirada de direccionalidad histórica, esta gestualidad interna de nuestra imaginación no ha recibido examen pausado de su honda permanencia artística.

El lector estimará en este libro que tiene en sus manos cómo su autor, el joven poeta e investigador cubano Osmán Avilés, establece cálido trato con la singular poesía y la vida enigmática de Serafina Núñez, cultora notable de este trascendentalismo de vehemente médula, que espiritualiza las pulcras esencias depuradas por la práctica de lo bello. Tendrá la oportunidad especial de constatar cómo ocurre el trasvase generacional de lo simbólico; contemplará vivamente el honrado testimonio de la celebración que la poesía suscita y preside, por encima de los avatares sucesivos de lo biológico, en almas afines que consideran posible la existencia sensible de lo divino; se estremecerá al poder percibir, gracias a los sentimientos y juicios ajustados y nobles de uno de sus protagonistas, los hermosos consorcios del espíritu que la palabra puede auspiciar; advertirá la gracia que emana de la gratitud al medir la grandeza de la poetisa a través del respetuoso admirador. Mucha verdad psicológica, y buena calibración estética, revela este libro que es historia de una amistad, semblanza de un rostro insoslayable de nuestra cultura, examen de una creación imprescindible, homenaje fervoroso, esfuerzo vindicador, espacio potencial para la naturalidad de los sentimientos.

La poesía de Serafina Núñez siempre es digna de toda recordación, con mayor grado al cumplirse el centenario del natalicio de la autora. Lo que su poesía significa en su magnitud y complejidad, por ella y en ella misma, apartando los posicionamientos estéticos y sociohistóricos a que nuestra crítica se encuentra tan acostumbrada, urge un discrimen meticuloso que justifique y evalúe el milagro singularísimo de su palabra, la suscitadora y emblemática transparencia de sus representaciones sensibles. Sin salirse de su poesía, encontrar en el misterio de la forma, su especial comunicación de espíritu. No basta con acudir a su contexto germinal, a las influencias del simbolismo español, en especial el juanramoniano, a la presencia de la poesía pura, al crecimiento paralelo de la más delicada creación neorromántica. Hay en ella una postura imaginal más profunda, que se encuentra antes y después de los contextos aducidos y desborda las décadas que atravesaron su escritura y las peripecias de su fracturada biografía. En su caso, su estilo sí es una absoluta e ineluctable hechura de alma que, isócrona con específicas maneras de escribir, echó a andar desde el primero hasta el último verso. Su paisaje mental y la escogencia de sus claves más recónditas de sueño son un suceso muy atractivo de la imaginación cubana dentro de la turbulenta sensibilidad de nuestro siglo XX.

ROBERTO MANZANO

El Canal, marzo de 2013

AGRADECIMIENTOS

Quiero expresar mi agradecimiento a Mercedes Matilde García Núñez, la hija menor de Serafina Núñez, por facilitarme información, documentos y bibliografía imprescindibles, para la conformación de este libro.

También al poeta Roberto Manzano, profesor y amigo, quien me obsequió las páginas que siguen a manera de prólogo, un regalo inolvidable.

A la familia Rogelio Sánchez y Beatriz Treviño por su valiosísima acogida en Monterrey en los días más cruciales de mi vida.

A esas personas imprescindibles, como mi primo José Luis Caballero y su esposa Lupe Sánchez, quienes me pusieron en manos de Roge y Betty.

INTRODUCIÓN

Llevado por el ánimo de acumular impresiones en torno a la vida y obra de Serafina Núñez,