Veinticinco días le bastaron a Alberto Espinós para dejar su puesto en una plataforma de crowdfunding y lanzarse a montar su propia empresa. “En 2016 yo estaba trabajando en Crowdcube. Tenía muchas ganas de descubrir mundo, así que me cogí todas mis vacaciones de golpe para viajar al sudeste asiático (Tailandia, Laos y Camboya). Y fue durante los preparativos y durante el propio viaje cuando sentí la necesidad de usar y vestir productos específicamente diseñados para viajar. Todos tenemos en la cabeza una marca cuando hablamos de deporte, de surf, de skate, pero por aquel entonces a mí no se me ocurría ninguna marca de referencia en el espacio del viaje”.
De entre todas las cosas que descubrió en aquel intenso viaje, “lo que más eché en falta fueron unas zapatillas todoterreno que me acompañaran en todos los terrenos, para nadar o meterte en una cascada o para ir a cenar con tus amigos y pareja, y sentir que vas no solamente cómodo sino también adecuado. Esa fue la