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Con el primer sueldo que ganó por La sociedad de la nieve, Enzo Vogrincic (Montevideo, 1993) se compró un micrófono binaural. Es un aparato con dos orejas de apariencia humana, robótica, que se utiliza para captar el sonido tal cual llega a nuestro cerebro. Al reproducirlo después en unos auriculares se genera una sensación inmersiva, digamos que quien escucha cede por completo su sentido del oído a lo grabado previamente. Luego explicará él mismo para qué proyecto lo necesita, pero quédate por ahora con esa sensación. Con esa especie de ‘posesión’ auditiva. Porque se puede parecer a las voces que tratan de ocupar la cabeza de Enzo para conducir su carrera hacia un camino recorrido mil veces antes, el del ‘actor revelación’ del que se esperan grandes cosas. Lo fascinante de este caso es que, en ese limbo que habita quien está a punto de recibir el sello de la consagración o la patada del one hit wonder, de la celebridad tan fulgurante como efímera, el protagonista está sumamente tranquilo. Parece inmune al ruido. Invulnerable al atarantamiento. Así se lo percibió cuando posó con glamurosa impavidez en la alfombra roja de los Oscar, donde no se llevó estatuilla pero sí el premio de la mirada mundial, que unos meses después sigue fija en él para escudriñar el siguiente paso.
Vamos a contar esta historia con esa noche de cine como eje, porque seguramente es la cima, otra, de la exposición pública, y desde donde mejor vamos a poder otear su pasado, todo lo que le ha llevado hasta aquí, para así comprender cómo se está articulando su futuro. Que es prometedor, sí, pero de una manera radicalmente genuina. Porque pocas veces verás a un artista tan dueño de su narrativa como Enzo Vogrincic.
“HE APRENDIDO A DIFERENCIARME DEL ENZO FICTICIO DE LA ALFOMBRA ROJA”
ESQUIRE: Apelo al narrador que se intuye en ti para que nos cuentes cómo te cuentas a ti mismo lo que sucedió en los Oscar.
¿Mi narración mental? Qué interesante… Es loco porque yo miro ese evento con mucha perspectiva por mi propia historia, por la lejanía que hay entre ser un actor de Uruguay y asistir a esa gala. No