“El universo de Álex es increíble a la par que terrorífico. El rodaje es muy extremo. Pasas del disfrute al terror”
“No se me da bien llamar la atención de forma voluntaria”
Siempre hay que fijarse en los detalles. Me cuenta un amigo, viejo zorro de la fotografía periodística, que en octubre de 2007 acudió a la presentación de la segunda temporada de El internado, la serie producida por Globomedia para Antena 3 que había arrasado en primavera contando las vicisitudes del internado Laguna Negra. “Allí estaban Elena Furiase, Ana de Armas, Martiño Rivas, Yon González... Después de la foto de grupo, cada uno fuimos eligiendo a alguno de los protagonistas para hacerles fotos, ya sabes cómo va eso”, me dice, cuando en realidad no tengo ni idea de cómo va eso. “Me doy una vuelta”, sigue, “y me fijo en una chica, que entraba esa temporada en la serie, sentada tranquilamente en unas escaleras sin nadie al lado. La miro y digo: ‘Oye, ¿te importa que te tire unas fotos’. Me miró, me dijo que sí y flipé con lo guapa que era. Allí estaba, discreta, sin hacer ruido”, dice.