En 2011 Natalia Olmo trabajaba en un medio de comunicación expuesta al público. Se cuidaba la piel pero tenía acné y, para ocultarlo, aplicaba capa tras capa de maquillaje. Como su problema no mejoraba, consultó con dos dermatólogos y el diagnóstico fue unánime: acné cosmético.
Para el tratamiento le pautaron algunas fórmulas magistrales de farmacia, cosmética natural y maquillaje sin aceites. "En aquel entonces, la cosmética natural era un gran lujo y acceder a ella suponía gastarse mucho dinero. Me empecé a curar, realmente, cuando yo misma me hice mis propias fórmulas", relata. Decidió apuntarse a un taller de cosmética natural y empezó a estudiar aromaterapia y cosmetología. Hacía sus propias fórmulas de cosmética natural y ecológica en su cocina y así. En ocasiones, los culpables pueden ser los activos incluidos en su formulación. "Normalmente se trata de ingredientes comedogénicos, pero pueden no serlo, y simplemente que, por lo que sea, no le sientan bien a una determinada persona y le provocan acné", advierte Belén Acero, titular de la Farmacia Avenida de América y especialista en dermofarmacia y nutrición.