Son uno de los principales motivos de consulta dermatológica. "Los pacientes acuden por el acné, pero en cuanto este empieza a mejorar, el nivel de exigencia es mayor y en el 90 % de los casos te consultan por los poros abiertos y la textura de la piel", asegura Alba Calleja, dermatóloga del Hospital 12 de Octubre y la Clínica Dr. Morales Raya, en Madrid. De hecho, los poros abiertos no son otra cosa que un daño textural cutáneo ligado al exceso de producción de grasa. Ni se eliminan ni se cierran. "Son estructuras anatómicas necesarias para dar salida a las unidades foliculares, drenar la grasa y los restos celulares. Únicamente se destruyen si la piel se quema o se produce una cicatriz", aclara Cristina Eguren, dermatóloga y directora de Clínica Eguren Dermatología y Estética, en Madrid.
¿POR QUÉ APARECEN?
Predisposiciones genéticas aparte, ya que puedes haber heredado una piel grasa y con poros más abiertos de tus padres, depende principalmente la cuidan menos y/o utilizan cosméticos oclusivos. "Como su producción de grasa es menor se relajan con sus rutinas de limpieza y/o recurren a rutinas muy hidratantes que acaban obstruyendo y dilatando los poros", asegura la doctora Calleja.