Imagina lo siguiente: es 1963, te encuentras en Worcester, Massachusetts, y la State Mutual Life Insurance Company está pasando por tiempos difíciles, después de unas cuantas fusiones. Los ánimos están bajos entre los empleados, así que la compañía decide hacer algo al respecto y le encarga una tarea al diseñador gráfico Harvey Ross Ball: crear ‘algo’ que levante el ánimo al personal. Este se pone manos a la obra y, en solo diez minutos, crea la carita sonriente.
Con un círculo amarillo brillante como base y una sonrisa torcida acompañada de unos ojos asimétricos, Ball logró en una imagen