RESFRIADOS Y GRIPES
No deja de ser entrañable la imagen de una persona resfriada. El pañuelo en la mano, la nariz sonrosada, el lagrimeo, y el «lo siento pero me voy a la cama». Entrañable pero nada agradable de experimentar. En la medicina naturista, a diferencia de la medicina clásica, no se eliminan los síntomas típicos: fiebre, secreción mucosa nasal, fatiga y sudación. Al contrario, se respetan o se intentan aliviar suavemente en el caso de que sean muy molestos.
Para una gripe, por ejemplo, conviene respetar la fiebre, pues se ha demostrado que tiene un claro efecto antivírico; el reposo en cama, tomando sólo caldo de verduras o zumos de fruta y favoreciendo la sudación con hidroterapia y vahos, es suficiente para que en tres o cuatro días uno se recupere sin haber dañado su sistema defensivo con fármacos sintéticos.
MUCHOS REMEDIOS
Hay mil maneras de combatir un resfriado, pero sería imposible probarlas todas a la vez. Procuremos aliviar las molestias en el lugar específico de su ubicación: en las mucosas nasales (catarro), en los bronquios (tos) o en el cuello (amigdalitis, afonía). Ante un resfriado normal, es mucho más aconsejable tomar baños de vapor con flores de manzanilla que vaporizadores nasales químicos; con la tos da mejores resultados masticar un trozo de raíz de regaliz (mientras no se padezca hipertensión arterial) que tomar jarabes con codeína que aumentarán el adormecimiento; para la faringitis o faringo amigdalitis van mucho mejor las gárgaras con infusión de salvia