Carbohidratos integrales
Con la sobreinformación instantánea actual es crucial discernir entre lo verdadero y lo falso, especialmente cuando se trata de nuestra salud y alimentación. Uno de los temas que ha caído víctima de la desinformación es la percepción de los cereales integrales en grano, los hidratos de carbono (o carbohidratos) completos.
En los últimos tiempos hemos sido bombardeados con afirmaciones contradictorias sobre sus beneficios para la salud, dando lugar a una confusión generalizada, pues se ha metido en el mismo saco a los carbohidratos vulgares, muertos, refinados, y los carbohidratos vivos, ancestrales, sustento de antiguas civilizaciones milenarias.
Confusión
En esa confusión se condenan los cereales y se aboga por el consumo único de la proteína animal con dietas que gozan de seguidores miopes y sin memoria. Recordemos la famosa dieta Duncan hiperproteica, que se cobró tantas vidas y demandas millonarias contra el precursor de esta aberrante propuesta. Hay que tener en cuenta que, como cualquier dieta que de un orden al organismo, al comienzo el