Hígado, vesícula y vías biliares
Hoy en día existe una gran cantidad de pacientes con molestias en la vesícula y vías biliares que se someten a una intervención quirúrgica para librarse de sus padecimientos. Es cierto que gracias a los progresos experimentados en la práctica de la anestesia y en la técnica quirúrgica, se presentan actualmente menos riesgos de que surjan complicaciones que hace unos años. Sin embargo, el número de enfermos operados de la vesícula biliar es tan elevado que muchos son los pacientes que presentan trastornos postoperatorios.
Es el conocido «síndrome post-colecistectomía » del que tanto se habla en medicina y que no pocas veces requiere una nueva intervención quirúrgica.
Fitoterapia, un recurso no agresivo
El tratamiento a base de determinadas plantas medicinales desempeña aquí un importante papel. No hay que olvidar, por otra parte, que la inmensa mayoría de las colecistopatías (padecimientos de la vesícula y vías biliares) se presentan en estado latente y muchas veces se trata, en realidad, de trastornos funcionales crónicos (disquinesias).
Las plantas medicinales que vamos a emplear en estos casos serán aquellas que posean no sólo una destacada acción colerética (aumento de la secreción de bilis por el hígado) y colagoga (aumento o aceleración de la evacuación de la bilis por estímulo de la contracción de la vesícula biliar), sino además, a ser posible, espasmolítica (antiespasmódica), carminativa (que impide la formación o favorece la expulsión de gases intestinales), tonificante (donde determinados «amargos » –ajenjo, cardo mariano, etc.–desempeñan un importante papel)