Muy Historia España

ESPIONAJE EN LA GRAN GUERRA

La información es poder, y en la guerra resulta a menudo más decisiva que los cañones. Conocer los planes del enemigo con antelación permite contrarrestarlos y vencer. Esto ha ocurrido desde que vivíamos en las cavernas y nos atacábamos con piedras y palos, pero el nivel de sofisticación y la velocidad con la que se transmiten los informes en los últimos tiempos lo ha complicado todo endiabladamente.

Para empezar, conviene situarnos en el plano tecnológico en el que se desarrolló la Gran Guerra. En 1918, aún no era posible la grabación portátil de sonido ni existía la radio como medio de comunicación masivo, pero sí como sistema de transmisión rudimentario. Tan solo ese año se descubrió el superheterodino, que significó un salto adelante en los receptores. Lo que se utilizaba generalmente era la telegrafía sin hilos, que exigía el conocimiento del sistema morse por parte del emisor y del receptor. Para las comunicaciones en el frente lo ideal era el teléfono de campaña, pero requería hilos y los hilos se rompían demasiado a menudo por los pisotones de los soldados y de las acémilas, el tráfago de la vida de trinchera, la humedad

Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.

Más de Muy Historia España

Muy Historia España4 min. leídos
Cuando Roma Fue Conquistada La Caída Del Símbolo Imperial
A principios del siglo v, el Imperio Romano occidental se hallaba a merced de los elementos en medio de una tormenta perfecta: el enemigo estaba ya literalmente a las puertas y el régimen había iniciado un proceso sostenido de descomposición. Y Alari
Muy Historia España11 min. leídos
La Capital Imperial Se Traslada A Oriente constantinopla, La Nueva Roma
La construcción y el auge de Constantinopla estuvieron profundamente interrelacionados con la simultánea decadencia que sufrió Roma. Fueron procesos coincidentes que se alimentaron mutuamente, pues cuanto más entraba en crisis la ciudad italiana, más
Muy Historia España4 min. leídos
La Fe Soñada Por Constantino I El Imperio Se Hace Cristiano
El 28 de octubre del año 312, Majencio, hijo del exemperador Maximiano, abandonó el refugio de las inexpugnables murallas de Roma para medir sus fuerzas en las proximidades del Puente Milvio con Constantino. Ambos se disputaban los despojos de un Imp

Libros y audiolibros relacionados