Las cárceles federales en México a menudo enfrentan fuertes problemas de sobrepoblación, lo que puede generar condiciones de hacinamiento graves y afectar la calidad de vida de los reclusos, ya que promueve limitaciones en cuanto a espacio personal, acceso a servicios básicos y actividades recreativas, e incluso puede influir en el número y la periodicidad de las visitas familiares que reciben aquéllos, ya que el limitado espacio para que éstas se lleven a cabo puede generar conflictos a nivel personal, pues es bien sabido que, como se dice en el argot penitenciario, la visita familiar es sagrada; es decir, no se toca.
La seguridad es una preocupación importante en las cárceles federales para mantener el orden y prevenir conflictos, por lo cual se implementan diversas medidas de seguridad como la vigilancia constante, la separación de reclusos peligrosos y la restricción de ciertos privilegios, como tener un televisor en la estancia. Sin embargo, la violencia y los enfrentamientos entre reclusos suelen ser muy recurrentes, dependiendo del tipo de orden y vigilancia