Arens de Lledó es una población matarrañense cargada de historia apócrifa, que muestra en su propio nombre, un secreto guardado celosamente desde su fundación y a lo largo de los siglos. Su núcleo urbano mantiene una atmósfera estancada en el tiempo. Nada más atravesar el arco de la villa para acceder a la población, contemplamos cómo la distribución de su caserío está preparada para posibles contiendas bélicas o asaltos en unos tiempos convulsos, allá por el año 1300.
Su maraña de empinadas calles y callejas es una estrategia para que las fuerzas atacantes se fueran dividiendo mientras subían a la parte más alta. De esta manera, sus defensores podían hacer frente a las tropas enemigas de forma más cómoda al permanecer divididas y no poder atacar todas en bloque. Este es un ardid defensivo que empleaban muchos de los pueblos del Matarraña. La casa consistorial de Arens de Lledó se terminó de construir en el siglo XVIII. No disponemos de escritos anteriores sobre esta edificación, aunque eso no quiere decir que el caserío que conforma Arens no sea más antiguo. Simplemente no hay constancia documental, aunque sí arquitectónica, como puede ser su iglesia.
PRINCIPIOS PUROS
Sabiendo el de los núcleos urbanos de esta comarca, no creo que este se saliera de lo habitual. Posiblemente, el hecho que no tengamos datos escritos más antiguos sobre esta casa del pueblo podría deberse a que este núcleo urbano fuese un