usto femenino de delicadas facciones, enmarcadas por los dos característicos rodetes de su tocado, su identidad es aún un misterio. Fue hallada casualmente en, finca propiedad del médico Manuel Campello, el 4 de agosto de 1897, pocos días antes de que Pierre Paris llegara a Elche. La desenvoltura con que actuó el arqueólogo francés, y la importante cantidad que puso sobre la mesa, permitieron cerrar rápidamente su compra, ante la desolación del erudito Pedro Ibarra, tío político del doctor Campello, quien personalmente había informado a Paris del descubrimiento. Su venta y salida del país, aunque perfectamente lícita de acuerdo con la normativa vigente, quedó enturbiada por las pobres excusas presentadas por Campello, quien alegó no haber recibido parte del precio de la colección arqueológica de su suegro, Aureliano Ibarra, que había vendido años atrás al Museo Arqueológico Nacional. Una disculpa que resultó ser falsa, como ha demostrado la documentación conservada en el archivo de la institución.
UNA DAMA DE IDA Y VUELTA
Dec 19, 2023
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