ESTÁ triste y a Gustavo Guillermo la pena se le nota en los ojos. “No estoy bien”, nos repetirá varias veces a lo largo de la entrevista. Y debemos parar porque se le quiebra la voz y llora en silencio.
Ahora, tras ser expulsado de GH VIP, se enfrenta a una nueva vida, ya sin su segunda madre, María Teresa Campos, la mujer para la que trabajó 30 años y a la que, por encima de todo, quiso y respetó. Entró en el concurso sin apenas tiempo a encajar la pérdida ni el duelo y aún tiene muchas lágrimas que derramar.
Quiere defenderse
Pero es también momento de enfrentarse a las críticas y los comentarios maliciosos que le han hecho en los últimos tiempos, a reproches y traiciones. Gustavo no quiere atacar a nadie, pero cree que ha llegado el momento de defenderse y defender a María Teresa de uno de los hombres que más daño le hizo: Edmundo Arrocet.
Llega a nuestra cita puntual, nervioso y aún desubicado.
Has salido de GH VIP antes de lo esperado…
Yo cuando entré en GH VIP me propuse llegar al menos hasta mi cumpleaños y vivir Halloween y justamente me echaron la noche anterior. Fui a mediar en una discusión entre Alex y Avilés, nos encaramos y no pasó de ahí, no soy violento y no creo que me merezca estar fuera, pero…
Ainhoa, tu novia te defendía al principio en las galas. Y lo ha pasado mal.
Muy mal. Y no se lo merece porque es una mujer maravillosa, estupenda, una madre ejemplar, una mujer trabajadora… Cualquier cosa que diga es poco. Y me parece injusto y cruel como la han tratado algunos colaboradores de televisión. Ella es la mejor persona que