Robert Archibald Shaw, nació en Westhoughton, Lancashire, Inglaterra, Reino Unido, el 9 de agosto de 1927, y falleció el 28 de agosto de 1978 en Tourmakeady, Condado Mayo, Irlanda, víctima de un ataque al corazón. El portavoz de la policía informó a los medios de comunicación de que se había sentido indispuesto mientras conducía con su tercera esposa, Virginia, y su hijo de veinte meses, Thomas, cerca de su casa, lo que le obligó a parar el automóvil en una cuneta y salir del vehículo, falleciendo poco después.
En el momento en que se produjo el suceso, Shaw había pasado ya a la historia del cine como el cazador de escualos malhablado, hosco, solitario, meditabundo, pero en el fondo resolutivo, de Tiburón (1975), la película con la que Steven Spielberg revolucionó el cine sirviendo en bandeja el prólogo de lo que luego íbamos a conocer como la era blockbuster en su plenitud con el estreno de La guerra de las galaxias (George Lucas, 1977).
Cazando Tiburones
Los aficionados a esa película, una de las diez mejores películas de aventuras de la historia del cine, quizá porque se fusionaba con pinceladas de terror en su presentación y su desenlace, conocerán ya la anécdota relativa al rodaje protagonizada por Shaw y su familia en la localidad donde se filmó el largometraje, cuando la casa en la se alojaban fue apedreada por algunos lugareños que no veían con buenos ojos la visita de la gente del cine, así como la actitud casi tan enfurruñada como la de su personaje que mantuvo el actor durante la creación de esta obra maestra de la temática de rebelión de la naturaleza que hizo furor como asunto en el cine de terror estadounidense de la segunda mitad de los años setenta dando lugar a una nutrida colección de imitadoras, variantes y secuelas y estable-ciendo esa especie de tradición tiburones para el verano (aunque españoles Tiburón se estrenó más tarde, reinando en la cartelera navideña).
Entre el trío de protagonistas de la película, Robert Shaw era el más veterano, acumulaba mayor experiencia ante las cámaras, y más