Furtivos (1975)
n torno a la caza como motivo alegórico de las dos Españas se han desarrollado algunas de las mejores películas del tardofranquismo y la primera década de la Transición. (Carlos Saura, 1966), (Mario Camus, 1984), (José Luis Berlanga, 1978) y (José Luis Borau, 1975) son algunos de los títulos que mejor han retratado el rostro de uno de los periodos más convulsos de la historia reciente de nuestro país. Coescrita por el se propone como una fábula naturalista, inscrita en la tradición del cine rural español, en torno a los últimos días del franquismo. La película se estrenó en Madrid el 8 de septiembre de 1975, apenas dos meses antes de la muerte del dictador, y resulta obvio que en ella cada personaje señala un estamento concreto de aquella sociedad, reducida en la ficción a la cotidianidad de un pueblo serrano que jamás se identifica en la geografía española.