«Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad».
Winston Churchill.
Una vez más nos introducimos en una época de grandes logros científicos que para muchos pasan desapercibidos y que son claves para la humanidad. Nos referimos a la secuenciación definitiva, por primera vez, de todo el genoma humano. Los también llamados «números de la vida» son, en definitiva, los que se localizan en el genoma de cada uno de nosotros, que es individual, intransferible e irrepetible.
Todo esto viene a cuento porque después de más de 21 años desde que se publicó la secuenciación del genoma humano, que fue alcanzado por dos equipos distintos —uno el Proyecto Genoma Humano (PGH), público, y otro Celera Genomics, privado—, aún faltaba por descifrar o secuenciar el 8 %, que hacía que una parte no desdeñable del ADN se mantuviese desconocido. Pues bien, ya hoy se puede decir que está completo, lo que es un acontecimiento científico de primer orden. De esto era perfectamenteconsciente Evan Eichler del Instituto Médico Howard Hughes (HHMI) de la Universidad de Washington (Seattle). Este investigador, que participó en el Proyecto Genoma Humano, se interesó por esos "vacíos" comprometido a