Cuerpo, mente y emociones se encuentran integrados en el plan alimentario zen, porque el consumo de alimentos no es sólo un acto mecánico de nutrición, sinoritual a través de la selección de alimentos, así como con una forma cuidada de su consumo, de acuerdo con ciertas reglas y teniendo algunas recomendaciones en cuenta. La premisa de este tipo de dieta es que los alimentos naturales transmiten energías que son vitales para el bienestar, pero que esas energías pueden ser de dos tipos: yin o yang. De la adecuada combinación de estas dos fuerzas surge un buen plan alimentario zen, así también de la exclusión de productos industrializados, alimentos refinados o que tienen agregados químicos en su elaboración. Sin embargo, la práctica de alimentarse también tiene mucha importancia a la hora de adoptar este nuevo estilo: cuando al momento de la comida se le brinda el lugar y el tiempo que se merece, todos los sentidos están orientados a ese acto y el alimentarse deja de ser un procedimiento automático. Por eso, esta nota se encuentra dividida en dos partes: la primera es la práctica de la alimentación zen y, la segunda, la dieta propiamente dicha.
