EL ORÁCULO DE LA KAABA

ntes de la llegada del islam, la Kaaba era uno de los tres santuarios más importantes de la península arábiga, donde se rendía culto especialmente a Allah, pero también de Editorial Almuzara). Al-Lat era una especie de dama blanca cuyo símbolo consistía en una piedra cuadrada del mismo color. Manat era la señora del tiempo y se la representaba con una piedra negra en forma de cubo. El templo a Al-Lat, según Heródoto, se encontraba en las proximidades de Ta´if. Mientras que Uzza, por su parte, era venerada en un árbol sagrado de Nakhla por la tribu de los Ghatafan. Aunque los historiadores árabes Al-Kalbi e Ibn Ishaq aseguran que el santuario de la Kaaba fue originalmente construido por el patriarca Abraham y su hijo Ismael, cuando estos desaparecieron La Meca cayó en manos de la tribu Jurhum, quienes no tardaron en desacralizar el templo, permitiendo incluso el acto sexual en su interior, por lo que los Banu Khuza´ah, años más tarde, le arrebataron la custodia del edificio sagrado. No obstante, tampoco esta tribu guardó el debido decoro al testamento del Dios de Abraham, puesto que trajeron de sus expediciones a Siria un ídolo llamado Hubal, el cual colocaron dentro del receptáculo y comenzaron a rendirle culto como su dios principal. La figura habría tenido la forma de un anciano barbado con la mano derecha rota, la cual habría sido sustituida por una de oro. Delante del altar a Hubal se lanzaban siete flechas que, según la dirección que tomasen, podrían augurar una cosa o la contraria.