Si no fue la última depositaria de los conocimientos brujeriles acumulados por varias generaciones de mujeres sabías del Antiguo Perú, sí fue, al menos, la más carismática. En la pequeña localidad de Cachiche pasaba su consulta doña , viuda de –más conocida simplemente como doña Julia–, cuyas artes curanderísticas fueron documentadas por el doctor (1941-2005). Este la entrevistó en los años ochenta del siglo pasado para una serie documental sobre el antiguo Perú, cuando entonces ella rondaba ya los cien años. El de bruja no era un oficio que ella eligiera libremente: las circunstancias de quedarse viuda y tener que sacar adelante a sus diecisiete hijos tal vez le obligaran a ello…
