Quienes no leyeron “Recuerdos del futuro” (1968), han tenido oportunidad de familiarizarse con las teorías de Erich von Däniken (MÁS ALLÁ, 374) a través de series como Ancient Aliens –que emite Canal Historia, alcanzado cuotas de audiencia que superan los dos mil millones de espectadores–. Esta serie ha popularizado la idea que de fuimos visitados en el pasado por seres extraterrestres que fueron identificados con dioses. Cuando estos dioses llegaron a la Tierra, lo hicieron aterrizando en los Andes; de ahí que sea este lugar el que más “evidencias imposibles” ofrece del legado extraterrestre en la Antigüedad. Las pistas del desierto de Nazca, las extrañas figuras de oro representando “aviones”, las piedras de Ica o las ciclópeas rocas que integran complejos megalíticos como Tiahuanaco serían algunas de las piezas del rompecabezas arqueológico que, según los creyentes en los Antiguos Astronautas, “re-escriben” una historia muy distinta a la que nos enseñaron en los colegios. ¿Qué de verdad y qué hay de mentira en estas teorías?
¿VIMANAS SOBREVOLANDO PERÚ?
Uno de los lugares más iconográficos para los entusiastas de los Ancient Aliens se encuentra en el desierto peruano defombra estampada de estilizados y enigmáticos dibujos que es atravesada por líneas más o menos gruesas, algunas de las cuales, vistas desde arriba, se asemejan a las pistas asfaltadas de un aeropuerto. Así que esa, y no otra, fue la teoría que Däniken ofreció en su primer libro “Recuerdos del futuro” (1968). Quienes trazaron dichos dibujos, según él, debieron hacerlo utilizando un “material desconocido” y “siguiendo las indicaciones transmitidas desde una aeronave”. Sin embargo, cuando los críticos manifestaron lo paradójico que resultaría que naves de avanzada tecnología, capaces de cruzar el espacio interestelar, requirieran de pistas mucho más largas y rudimentarias que las de un aeropuerto terrestre de nuestra época, Däniken tuvo que retractarse.