La gentrificación1 constituye una problemática que ha impactado profundamente a la Ciudad de México. Desde 2019 las personas que habitaban las colonias céntricas de la ciudad se han visto desplazadas a las zonas conurbadas de la urbe, motivadas por un aumento incosteable de las rentas y por la alta cantidad de viviendas que forman parte de la plataforma de airbnb (aproximadamente 24,200 propiedades).2
La problemática se agravó con la pandemia, pues muchos trabajadores se vieron obligados a realizar sus labores a distancia. El auge del trabajo remoto trajo consigo la facilidad de la movilidad geográfica, lo que ha orillado a muchos extranjeros y nómadas digitales a buscar destinos donde sus ingresos les permitan satisfacer de mejor manera sus necesidades económicas.
La plataforma digital que se dedica a la oferta de alojamientos particulares, airbnb, ha sido la preferida para que los propietarios de inmuebles en las zonas céntricas de la ciudad ofrezcan sus departamentos en renta por días, semanas o meses.
El gobierno de la Ciudad de México no lo ha reconocido como una problemática, pero la jefa de gobierno de entonces, Claudia Sheinbaum Pardo, reconoció que era una situación que debía ser regulada. En esa línea, en noviembre de 2022 suscribió un convenio de colaboración entre la ciudad, airbnb y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura