De vez en cuando, el mundo de las artes, plagado de cantantes, actores o escritores que tuvieron una infancia pobre –no escasa, sino pobre de verdad como la de Charles Chaplin o Tina Turner–, nos sorprende con algún niño bien que deja su acomodada familia para meterse en la furgoneta y recorrer los caminos en busca de su sueño. Uno de ellos fue la hija de un instruido profesor universitario y nieta de un Premio Nobel de Física que abandonó el camino intelectual al que apuntaba para subirse a un escenario y convertirse en estrella. Olivia Newton-John, que este 26 de septiembre habría cumplido 75 años, pasó su vida pegada a un micrófono demostrando que, a veces, el sueño, simplemente, se hace realidad.
Aunque nació en Reino Unido, desde los 5 años vivió en Melbourne. Su carrera como cantante estuvo ligada durante la década de, aunque supo adaptar su estilo a los cambios de tendencia de las diferentes décadas llenando sus 25 discos de estudio y sus seis de bandas sonoras de éxitos. Y así, cincuenta años.