La escena independiente tiene una capacidad descomunal para sorprendernos, y no sólo con los proyectos que acaban viendo la luz, sino también con otros que, normalmente, son carne de, , , y muchas otras sagas, y la cosa suele acabar en una reclamación formal por parte de la compañía poseedora de la licencia en cuestión, para que, si el fan tiene una mínima motivación comercial, ceje en su empeño.
