SESENTA AÑOS SIENDO ÚNICA EN SU ESPECIE
Dicen que la historia la escriben los vencedores, pero siempre hay una excepción. En el mundo del videojuego, esa excepción es Sega, una compañía que pasó de reinar en los arcades, gracias a genios como Yu Suzuki y el estudio AM2, a mirar de tú a tú a la todopoderosa Nintendo en el ámbito doméstico, donde la Gran N llegó a acaparar más del 80% del mercado, para después, poco a poco, y fruto de decisiones no muy afortunadas, acabar perdiendo el terreno ganado hasta abandonar la fabricación de hardware y convertirse en third party.
Sesenta años de autenticidad
Ya desde los comienzos, Sega fue una compañía "distinta". A pesar de sus raíces niponas, su origen está en dos ciudadanos americanos que, en 1951, comenzaron a importar, vender, alquilar y reparar máquinas de ocio para las bases militares americanas y los hogares. Un negocio que fue a más, pasando a llamarse Service Games Japan Co., Ltd., y que siguió creciendo con la fabricación y exportación de esas máquinas. En 1960, cambió
