Ese día todo cambió. El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud ha declarado que la enfermedad causada por un nuevo coronavirus alcanza el nivel de pandemia, aunque los primeros signos de lo que estaba por venir ya hubieran venido. Un mes antes, entre 11 y 16 de febrero, el principal evento aeroespacial de Asia sentía sus efectos con los espacios reservados vacíos. Paralelamente, la proyección inicial hecha por la Asociación Internacional de Transportes Aéreos (Iata) de aumento del 4% en el tráfico de pasajeros con un reflejo evidente en aeropuertos y hoteles parecía lejos de cumplirse.
Con la declaración de la pandemia y la orientación de aislamiento debido a la urgencia sanitaria, el impacto en la aviación, así como en el mundo, fue inmediato. En ese momento, algunas directrices comenzaron a causar un impacto desafiante en las operaciones aéreas, haciendo que equipos de salud, operaciones y seguridad se conectaran y