amina diez pasos. Se detiene. Enfrente, un muro de ladrillos. Unos treinta impactos de disparos marcan la pared. Respira profundamente. Se ajusta el ala del sombrero. Enciende dos cerillas que saca del pantalón de pana. Prende la mitad del puro que muerde. Lo había guardado para una ocasión especial. Y esta lo es. Le queda apenas un minuto de vida. «¡Carguen!», se escucha. A su espalda se amartillan los fusiles. Sonríe. Ha luchado durante revolución mexicana de 1910. Ha conocido el amor de una mujer. Ha tenido grandes amigos. Ha criado una bonita hija. Ha sido feliz. «Ni tan mal te lo has montado cuate», se dice a sí mismo en voz alta. Mete las manos en los bolsillos. Da una calada al puro sin soltarlo entre los dientes. El humo le envuelve el rostro sonriente. Se gira sobre sí mismo y hace frente al pelotón de fusilamiento. Son cinco soldados colocados en dos filas, del recién formado Ejército Constitucionalista Mexicano. El capitán alza el sable. «¡Apunten!». El reo aprieta su puro. Mientras suelta más humo
EL HUMO DEL PURO DE FORTINO
Jul 21, 2023
6 minutos
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