La neutralidad de carbono, que implica alcanzar un resultado neto de cero emisiones de gases de efecto invernadero, es un objetivo que crece entre las empresas. La intención de descarbonizar implica lograr que la economía funcione cada vez con menos combustibles fósiles. La transición hacia una economía de bajo carbono es un desafío de la humanidad, que necesita una construcción esencialmente colectiva. “Hay distintos desafíos para incentivar la descarbonización. Uno tiene que ver con los niveles de inversión. Muchas veces es necesario migrar la tecnología, cambiar la infraestructura o invertir en I+D para crear nuevas tecnologías. Otro reto es el político: sería importante contar con regulaciones y generar incentivos para que las industrias migren para ser low carbón”, explica Mateo Saavedra, socio fundador de Kolibri, compañía que se dedica a diseñar e implementar estrategias ambientales de alto impacto.
Una premisa de Saavedra es que todo lo que no se mide no se puede mejorar.