No es lo común ni lo que indican los libros de economía y finanzas, pero puede pasar. En ocasiones, el corto plazo se toma para los inversores mucho más desafiante y arriesgado que el largo. Y si algo caracteriza a la Argentina es desafiar las normas y convenciones. Si en un año electoral “normal”, en general, la volatilidad y las tensiones en el mercado de capitales aumentan, en este, que además suma inflación sin pausa, falta de reservas en el BCRA y una economía que no encuentra base sobre la cual despegar, las decisiones de inversión para los próximos meses tienen plantada una red flag en la puerta de entrada.
“Uno de los principales riesgos que tiene la Argentina es la dinámica inflacionaria en un contexto de brecha cambiaría muy alta y