La incursión en la Universidad Autónoma de Chapingo (UACH) del grupo Antorcha Campesina, conocido por ser “el brazo armado del PRI”, que se inició en octubre del año pasado con la destitución del rector electo, José Solís Ramírez, y el nombramiento de Ángel Garduño García, primero como interino y después como rector, procedimientos fuera de los lineamientos del Estatuto Universitario, ha tocado uno de los espacios universitarios distinguidos por su democracia interna: los Talleres Culturales de Chapingo.
El 25 de abril, mediante un allanamiento de las instalaciones de Talleres Culturales, funcionarios vinculados a Antorcha Campesina sacaron de forma intimidatoria a la jefa del departamento, Rosa Ivette Tapia Silva, para deponerla del puesto, violentando un derecho adquirido por la Aca demia de Profesores de Talleres Culturales de Chapingo y ejercido durante tres décadas, el de elegir democráticamente a su jefe de departamento.
“Ha sido una embestida brutal de Antorcha Campesina, todo para ocupar los puestos y hacerse de recursos”, sostiene Salvador Díaz Sánchez, documentalista premiado con el Ariel en 1984 y 1985, profesor de