Pedir un Lexatin a un compañero en la oficina para bajar el nivel de estrés o tomarse un Orfidal como forma de conciliar el sueño se han convertido en prácticas habituales entre muchos españoles. Matamos moscas a cañonazos para atajar nuestros problemas de forma rápida ante la falta de tiempo (o de dinero) para acudir a un psicólogo —en el Sistema Nacional de Salud escasean— o mejorar nuestra salud mental con otro tipo de herramientas, como aprender a regular nuestras emociones o dedicar más tiempo a actividades placenteras.
A LA CABEZA EN EL MUNDO
Enfrentarse a un desamor, a un pico de trabajo e, incluso, a una mudanza, son motivos más que razonables en algunas personas para recurrir a las benzodiacepinas. Así es como se denomina al grupo de medicamentos psicotrópicos utilizados en medicina