Como consecuencia de la nueva postura asumida por el franquismo, y con Serrano Suñer ya fuera del Gobierno, el Gobierno español inició negociaciones con las autoridades militares alemanas para proceder a la retirada de la División Azul del frente ruso.
El 5 de octubre de 1943 el coronel-general Lindemann informó al general Emilio Esteban-Infantes, que en diciembre de 1942 había sustituido a Muñoz Grandes al frente de la División, sobre las órdenes recibidas para retirar a las tropas españoles del frente con la excusa de que se hacía para dar un merecido descanso a los soldados y posteriormente entrenarles en nuevas tácticas y armas. La mañana de ese mismo día, los divisionarios españoles repelieron un asalto de las tropas soviéticas contra sus posiciones. Esa fue, oficialmente, la última acción en combate de la División Azul en territorio ruso. Horas después, el general Esteban-Infantes recibió instrucciones de conducir a sus hombres a la retaguardia, en el sector de Volosovo-Nikolajeska.
En la mañana del 12 de octubre se cedió oficialmente el mando del sector a las fuerzas alemanas. La defensa de esa línea del frente había costado más de 2000 bajas entre los españoles. En solo dos años de guerra, la División Azul había sufrido 3934 muertos, cerca de 9000 heridos y 326 desaparecidos, sin contar un número indeterminado de prisioneros capturados por los soviéticos. El día 14, Lindemann condecoró a Esteban-Infantes con la Cruz de Caballero. En ese mismo acto, el oficial alemán le informó confidencialmente de que se estaba preparando la repatriación de la División a España.
En Irún les esperaba una banda de música y unos pocos curiosos que se habían acercado a la estación
El regreso comenzó con los soldados que durante más tiempo habían servido en el frente. Después continuó con dos trenes semanales que salían de la estación de Volosovo. Tras cambiar sus uniformes alemanes en la localidad de Hof en Baviera, los primeros 800 repatriados llegaron a España el 29 de octubre de 1943. En Irún les esperaba una banda de música para darles la bienvenida y algunos curiosos que se habían acercado a la estación. Nada que ver con la multitudinaria despedida brindada a los que partieron dos años antes.