La compositora finlandesa Kaija Saariaho murió el pasado 2 de junio. Reconocida y galardonada intemacionalmente por sus numerosas composiciones, dejó una obra única al lado del escritor libanés Amin Maalouf, a la que vale la pena referirse por su vínculo con Líbano. Su propuesta añade a esa historia que llega hasta el presente para contarse a través de la música.
Sobre las virtudes artística de Saariaho han escrito numerosos críticos musicales, por lo que busco resaltar lo que aportan los libretos realizados por Maalouf para entender el Medio Oriente. Su propuesta difiere de la interpretación de Edward Said, para quien la famosa ópera de Verdi